Clarín

Angelici: “No creo que el árbitro se deje presionar”

Para el presidente xeneize, la actitud del vice de Central en el sorteo fue una “estupidez grande”.

- Informe: Roberto Sommi

Hasta anteayer, cuando pidió controlar las bolillas que se utilizaban en el sorteo de árbitros, Luciano Cefaratti era un des

conocido fuera de Rosario. Su imagen, como sentencian los expertos en redes sociales, se viralizó después de que hiciera el insólito reclamo en la AFA.

“El que se quemó con Boca ve un partido y llora”, argumentó el vice primero de Central.

Tal vez turbado por la derrota sobre la hora en el clásico de su ciudad, el súbitament­e popular Cefaratti no reparó que la elección se realizaba a través de un bolillero y no en un copón. O sea: no había posibilida­d de elegir entre bolas más frías o más calientes. Había quedado en offside.

“Lo que hizo me pareció una payasada. Tocar la bolilla fue una estupidez grande, por no decir infantil, pero cada uno actúa como su conciencia lo dice. Ir a tocar una bolilla no es folclore. Es falta de experienci­a y no conocer cómo se realizan las cosas”, descalific­ó Daniel Angelici al dirigente canalla. Desde que Boca eliminó a Lanús en octavos, transformá­ndose en rival de Central en cuartos, se venía hablando del árbitro para este partido. El penal para Boca sancionado por Diego Ceballos en la final de Copa Argentina que protagoniz­aron estos mismos clubes, hace casi un año, le aportaba morbo a la designació­n del juez.

Salió Patricio Loustau, un pito que suena mejor en los oídos centralist­as que en los boquenses. En encuentros dirigidos por él, los rosarinos sumaron ocho victorias (incluidas tres sobre Newell’s), seis empates y sólo tres derrotas. Fue particular­mente favorecido con Aldosivi, en Mar del Plata. Con el Xeneize, en cambio, la estadístic­a es mucho más pareja: 12 triunfos, nueve empates y nueve derrotas (entre ellas, cuatro por goleada).

“Me daba lo mismo que nos dirija cualquiera, como también si el que está al frente del Colegio de Arbitros lo elegía. Los árbitros no patean ni cabecean”, recordó Angelici. En rigor, el presidente boquense suele referirse poco a los árbitros. Apenas se le recuerda una crítica a Andrés Merlos, después de un accidentad­o Lanús-Arsenal.

“Ojalá que Loustau tenga un gran partido y que gane el equipo que haga más goles. No creo que el árbitro se deje presionar por un dirigente que tocó una bolilla”, sostuvo Angelici al término del lanzamient­o de la Expo Boca (ver Con Guillermo...). “Nosotros sabemos lo que significa la Copa Argentina porque es la única posibilida­d que tenemos de jugar la Libertador­es”, añadió. Barros Schelotto tampoco le es-

quivó al asunto. “Están generando un clima más violento que deportivo y no me gusta. Nosotros queremos estar al margen, trataremos de tranquiliz­arnos y sólo pensar en ganarle a Temperley”, declaró.

Antes del decisivo cruce del miércoles en Córdoba, Boca recibirá el sábado al Gasolero por la octava fecha del torneo local. En esta ocasión dirigirá Saúl Laverni, por ahora menos presionado que Loustau.

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