Los Leones disfrutan el sabor del oro con el reconocimiento Casi sin descanso los jugadores argentinos se reintegraron a sus equipos. Y en Bruselas fueron homenajeados.
Apenas un par de meses y un puñadito de días pasaron de aquel 18 de agosto célebre en el que el hockey sobre césped argentino escribió su nombre en la eternidad del deporte mundial. El 4 -2 a Bélgica que consagró a la Selección masculina como medallista de oro olímpico no sólo la depositó en el cielo deportivo celeste y blanco sino que también le abrió al conjunto nacional todas las puertas imaginables. Es algo de lo que sucedió en los últimos días y que tuvo como corolario el partido de ayer en el que los muchachos de Carlos Retegui volvieron a medirse con los subcampeones de Río de Janeiro en un Royal Uccle Sport de Bruselas atestado por 10 mil personas que revivieron así aquella final.
La invitación llegó a las oficinas de la Confederación Argentina de Hockey (CAH) a fines de septiembre. ¿El objetivo? Que los Leones participaran de un homenaje que la Federación Belga de Hockey quería hacerle a su equipo. En un absoluto gesto de deportividad no importó que el equipo del Chapa Retegui fuera aquel que privó al suyo del premio más deseado; por el contrario, la presencia del campeón olímpico, entendieron los dirigentes, engalanaría y dotaría al evento de un mayor prestigio. Tanto la gerencia deportiva como la presidencia de la CAH revisaron la propuesta y se la comunicaron a Retegui. Allí comenzó a gestarse el reencuentro.
El hockey argentino no recibe dinero por ir a jugar este tipo de amistosos. Aunque sí varían las condiciones de las invitaciones en las que el organizador suele cubrir algunos de los gastos. En este caso los bel- gas se hicieron cargo de los gastos de alojamiento y comida del plantel, cuyos jugadores se encontraban casi en su totalidad en Europa donde juegan habitualmente. Desde Buenos Aires apenas viajaron Gilardi, Vivaldi, Lucas Rey y Ortiz.
“Fue algo muy gratificante para nosotros porque la verdad es que nunca habíamos siquiera tenido alguna serie de entrenamientos posteriores a los Juegos como para darle un cierre a aquel momento hermoso que vivimos juntos”, le explicó a Clarín desde Bruselas, Rolando Rivero, ayudante técnico de Retegui, todavía feliz por la magnitud del evento. La caballerosidad se extendió al público y a su trato con los jugadores argentinos. “Hubo casi 10 mil personas en el estadio y el recibimiento para los chicos fue espectacular -agregó-; ellos querían que su gente viviera un partido así de cerca y lo tomaron como una fiesta”. Fue, al cabo, una manera de encarar el deporte y lo que muchas veces ciertos personajes consideran inaceptable: la derrota.
Los cuatro jugadores que actuán en Buenos Aires y el cuerpo técnico habían viajado el lunes y regresarán mañana luego de una invitación que sorprendió en Argentina porque los equipos suelen tomarse un poco más de tiempo antes de volver a competir luego de un evento como los Juegos Olímpicos.
Esa convocatoria demostró, también, la consideración que los Leones tendrán desde ahora como consecuencia del oro. Por ahora no hay otras invitaciones, pero en la CAH descuentan que más temprano que tarde llegarán. Además los dirigentes tienen la determinación -aunque sin fecha estimada y tampoco apuro- de volver a reeditar la final en Argentina. Como para que los jugadores revivan la gesta de nuevo y el público la disfrute en casa.