Restaurarán un tapiz histórico
Francia ofreció hacerse cargo de la reparación del valioso gobelino , donado hace un siglo al país.
Francia se hará cargo de la restauración del gobelino francés que rinde homenaje al general José de San Martín, ubicado en la escalera Francia que el presidente Mauricio Macri sube cada día para llegar a su despacho en la Casa Rosada. El tapiz –emplazado en 1917 en el rellano del primer piso- fue un regalo del país galo a la Argentina con motivo del Centenario de 1910. San Martín es protagonista de una escena del Cruce de los Andes. El tapiz mide 16,25 m2 y se titula “Al Libertador José de San Martín, la República Francesa”.
En relación con el gobelino, realizado por una de las instituciones francesas más relevantes, ayer fuentes diplomáticas confirmaron que tanto el retiro como la restauración serían parte de una iniciativa más amplia: en 2018 una muestra de tapices antiguos y contemporáneos llegará a la Argentina para mostrar la belleza de un patrimonio intangible que Francia preserva. En diciembre próximo, dos expertos de la Manufactura de Gobelinos de Francia vendrán a Buenos Aires a examinar la pieza para definir su futuro.
La noticia fue también confirmada por la presidenta de la Comisión Nacional de Monumentos Históricos, Teresa Anchorena. Hace unas semanas el Director de Mobiliario Nacional y de la Manufactura de Gobelinos, Hervé Barba- ret –institución que creó el tapiz a principios del siglo XX-, estuvo en Buenos Aires con motivo del coloquio franco-argentino sobre “Slow made: el lujo del futuro”. Vino con el historiador de arte Marc Bayard, creador del movimiento slow made junto al Instituto Nacional de Artes de Oficios que promueve el savoir faire (saber hacer) francés. Ambas instituciones apuntalan los 240 oficios artesanales registrados actualmente en Francia.
Barbaret examinó la trama de lana y seda, tejida entre 1911 y 1914, según contó a Clarín el director del Museo de la Casa Rosada, Juan Ganduglia. Acompañado por la directora de la Casa de Gobierno, Maela Santarcángelo, y Anchorena, el especialista francés resumió que a finales del siglo XIX, cuando se sustituyeron los pigmentos naturales por los industriales, hubo gobelinos que perdieron rápidamente sus colores. “Con el tiempo quedó demostrado que los pigmentos artificiales no fueron mejores que los naturales”, resumió Barbaret. Además, según supo Clarín, el jefe de gabinete de Presidencia, Marcos Peña, está personalmente interesado en que la obra recupere su esplendor.
El tapiz, que siguió el diseño o cartón del pintor Alfredo Roll. Representa a San Martín montado en su caballo blanco. Lleva su capa y el sable corvo envainado en la cintura. Detrás, aparecen sus granaderos en actitud de avance. En un cielo resplandeciente, vuelan dos glorias aladas, una armada de espada y la otra llevando una corona de laureles. La guarda lateral reproduce figuras alegóricas de mujeres y niños, de la fauna y la flora de nuestro país. Todo el entorno, que consta en la ficha oficial, es invisible a golpe de vista, dado el estado del tapiz. Y el contexto que rodea al gobelino no es menos bello. Las paredes y el cielorraso conservan pinturas originales de ornamentos renacentistas. También son franceses los artefactos de iluminación, colocados a fines del siglo XIX. ¿Cómo se restaura un tapiz tan antiguo? Gracias a que la Manufactura de Gobelinos existe, trabaja con las mismas técnicas, conserva los cartones originales y dispone de 15 tejedores. Anchorena dijo que la “evaluación de los expertos es fundamental, dado el valor histórico agregado a su belleza”.