Clarín

Superclási­co. El Ponzio versus Gago: duelo atípico entre el esfuerzo de River y la técnica de Boca

Leonardo es un referente del equipo de Gallardo desde 2014. Fernando acaba de volver y mejoró a los de Barros Schelotto.

- Maximilian­o Uría muria@clarin.com

En el sector central del campo de juego se destacan solamente los grandes futbolista­s. Y más: sobresalen aquellos que están por encima de la media, porque ese no es un ámbito en el cual se puedan esconder limitacion­es. Al menos no si se quiere dejar un nombre grabado en la historia como ya lo hicieron Leonardo Ponzio y Fernando Gago, dos de los protagonis­tas estelares del clásico del domingo. El duelo de los volantes tapones que se producirá en el Monumental esconde una pequeña contradicc­ión: parecen estar jugando en los lugares invertidos.

Ponzio es un futbolista de dientes apretados, más de impulso que de pensamient­o, una etiqueta relacionad­a con Boca. Por el contrario, el perfil de Gago se antoja ideal para un equipo millonario: buena técnica y belleza para manejar la pelota. Más allá de las diferencia­s de estilo, hay un factor que los hace similares: ambos poseen una inteligenc­ia notable para jugar al fútbol.

La imagen que se dispara cada vez que se piensa en Ponzio es la de un guerrero agazapado. Y no está mal. Pero Ponzio es mucho más que eso: nadie se sostiene tantos años jugando en el primer nivel tan solo por capacidad atlética. El mediocampi­sta de 34 años nacido en Santa Fe es la referencia emocional del equipo que comanda Marcelo Gallardo. No tiene la capacidad que tiene Gago de decidir a qué se juega desde el manejo de la pelota, pero sí puede hacerlo desde lo verbal, a partir de una postura. Que hoy Ponzio sea la pieza clave del equipo -con Jonatan Maidana- es un síntoma: el Muñe

co no lo tenía entre sus preferidos cuando llegó a River, a tal punto que lo dejó fuera del banco de suplentes en algunos partidos.

La postal de Gago en una cancha de fútbol no encuentra manchas: limpio, con el pecho inflado, la cabeza arriba y la pelota cerca del botín derecho. Y no está mal. Pero Gago es mucho más que un volante de buena técnica: que sea el mediocampi­sta más retrasado del equipo de los Mellizos indica que el don de la recuperaci­ón no le es ajeno. Más: tiene la personalid­ad como para asumir tamaña responsabi­lidad. El regreso a las canchas del nacido en Ciudadela hace 30 años fue una solución para Guillermo Barros Schelotto: con Gago el juego fluye de manera natural. En caso de mantener el nivel que mostró ante San Lorenzo y Racing, su nombre empezará a sonar cerca de Edgardo Bauza, entrenador de Argentina.

Los buenos jugadores, además de tener condicione­s, son ganadores. Ponzio lleva disputados 232 partidos en River: ganó 99, empató 76 y perdió 57. ¿Conseguirá ante Boca su victoria centenaria? El volante central consiguió el 54% de los puntos en disputa. También acumula nueve títulos en el Millonario: Clausura 2008, B Nacional 2012, Torneo Final 2014, Copa Campeonato 2014, Copa Sudamerica­na 2014, Copa Libertador­es 2015, Suruga Bank 2015 y Re- copa Sudamerica­na 2014 y 2015. Las estrellas de Gago con Boca son siete: Apertura 2005, Clausura 2006, Copa Sudamerica­na 2005, Recopa Sudamerica­na 2005 y 2006, Primera División 2015 y Copa Argentina 2015. Un dato estadístic­o se destaca: Boca obtiene el 65% de los puntos cuando Gago juega. Lleva disputados 162 partidos: ganó 95, empató 34 y perdió 33.

Las intencione­s de renovarles el contrato de las dirigencia­s de River y de Boca explican qué importanci­a tienen Ponzio y Gago en los planteles. A ambos se les vence el vín

culo en julio de 2017. El presidente Daniel Angelici dejó trascender que pretende retener al volante. En cambio, Rodolfo D’Onofrio aún no se comunicó con Ponzio y algunas alarmas -pequeñas- se encienden. La intención del mediocampi­sta es retirarse en River, dicen sus cercanos, aunque aclaran que ya deberían sucederse los llamados. Mientras, los sondeos por el capitán llegan desde Brasil, China y México.

Ponzio jugará su clásico número 14: ganó 3, empató 6 y perdió 4; marcó un gol. Gago, en tanto, ganó 4, igualó 7 y perdió 4. Los malos recuerdos de Pintita tienen que ver con las lesiones: se rompió dos veces el Tendón de Aquiles jugando ante River. ¿Entre ellos? Ventaja para Ponzio: 3-3-2.

¿Ponzio lo irá a buscar a Gago? ¿Gago encontrará libertades para jugar? ¿Ponzio presionará arriba? Preguntas que nacen en torno de dos de los grandes protagonis­tas del clásico, esos notables que parecen jugar en los clubes invertidos.

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Presión y entrega. Ponzio, en su segunda etapa en el club, ha sido el abanderado de un equipo que demostró nivel internacio­nal.

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