“Luego de sentarse en el sillón de Rivadavia, lo políticos no cumplen”

La política en la Argentina siempre está en evolución. Más allá de la existencia o no del famoso “diario de Yrigoyen”, donde se afirmaba que se le hacía una edición especial al presidente Hipólito Yrigoyen con una revisión en cuanto a la descripción de la realidad, para mantenerlo alejado de lo que realmente pasaba.

Ahora, nuestros políticos, casi 100 años después, ya no necesitan de ese diario para describir una realidad distinta de la que realmente su pueblo vive. Si un político “no entiende” o “no ve” el mundo que vive, ¿cómo se puede pretender que intente cambiarlo? Si no hay un problema para corregir, ¿qué objetivo tendrá su “magnífica gestión”? Afirmar que el tema del Impuesto a las Ganancias afecta al 3% de la población, que la inflación está bajando, autocalificar su gestión en 8 puntos, pintar una realidad de colores, genera frustración entre los que votamos a un gobierno para que cambie cosas, y no para que diga que no es necesario hacerlo. El mismo gobierno que sube el ABL, patente el 40%, propone subir el 17% el mínimo no imponible de Ganancias. Desde el 2007 que no se ajusta bienes personales. Entonces, hoy, un argentino que tiene 20 mil dólares es rico y debe pagar impuestos. El mismo gobierno que a un gerente le saca de su sueldo el 30% de Impuestos a las Ganancias, cuando ese gerente se quedaba sin trabajo, le ofrecían hasta hace un año un subsidio de $ 400. Siempre me pregunto ¿por qué en campaña los políticos ven y dicen una cosa, y cuando se sientan en el sillón de Rivadavia ven y dicen otra. Ya no necesitan el diario de Yrigoyen, obviamente, desde allí la realidad se lee diferente.