Un método de cinco pasos para mejorar el estado del agua
Funciona con bombas sumergidas y reactores que desarrollan distintos procesos.
La planta de biorremediación desarrollada por MDT S.A. tiene capacidad para tratar 450 mil litros
por hora. Cuenta con bombas sumergibles que levantan el agua hasta tanques o reactores de 6 metros de altura y 3 de diámetro. En estos tanques, las aguas atraviesen distintos procesos. El primero es la aireación, por medio de sopladores y difusores de microburbujas. Así, el agua va incorpo- rando oxígeno y se generan las condiciones adecuadas para que se desarrollen bacterias para producir la biodegradación. El segundo paso es la biodegrada
ción enzimática. Se le añade al agua un cóctel de enzimas, una adecuada para degradar cada tipo de contaminante que hay en el Riachuelo. El tercer proceso es la coagulación y floculación, que consiste en agregar un químico que logra que los contaminantes se agrupen y, por el peso, precipiten separándose del líquido. Después, el agua pasa por un filtro que tiene una arenilla tratada para que se le adhieran el arsénico, el cromo y el níquel.
El quinto paso es la ozonización, para matar los gérmenes y producir la ruptura de moléculas complejas. El ozono, además, desodoriza y le suma al agua más oxígeno. Finalmente, el líquido es filtrado por capilaridad. Pasa por una suerte de colador de 0,1 micrones que atrapa sustancias microscópicas.
Por ejemplo, la bacteria de la escherichia colli, que mide 2 micrones. El resultado final es un agua transpa
rente que, si bien no se puede beber, sí es potabilizable, muy lejos de lo que se ve en la actualidad.