Dona Bruja y un merecido “brindis” en Copa de Plata
La pupila de Agustín Pavlovsky cerró una temporada brillante al ganar “el Pellegrini de las yeguas”.
Una temporada brillante como la que tuvo en 2016 Dona Bruja tenía que terminar así: con el triunfo de la representante del stud Tres G en el Gran Premio Copa de Plata (G1), nada menos que la carrera denominada “el Pellegrini de las yeguas” y la que terminó por consagrar a la pupila de Agustín Pavlovsky como la Yegua del Año. Galardón que la hija de Storm Embrujado se aseguró para la noche de entrega de las distinciones Carlos Pellegrini 2017.
A lo largo de este año, en verdad, la zaina había hecho sobrados méritos para este merecido “brindis” en Copa de Plata. Ganando uno a uno los cotejos para las hembras adultas. Incluso, teniendo que demostrar que su capacidad no se agotaba en el tiro de la milla.
Ayer la favorita de la carrera ganó el duelo generacional en su primer enfrentamiento con las más jóvenes y dejó en claro que es la mejor de todas sin discusión.
El tren lento que “dibujó” Hispanidad al frente, no le impidió a Dona Bruja venir cerca, en la cuarta posición. Hay que resaltarlo: la fondista volvió a tener en Aníbal Cabrera, su jinete, a su aliado ideal para ganar.
Porque además de estar atento al ritmo de carrera, el jockey platense supo manejar con temple el hecho de que Kiriaki la llevara hacia afuera cuando ambas iniciaron casi al unísono sus atropelladas.
A menos de 200 metros del disco y de la gloria Dona Bruja estiró ventajas sobre Kiriaki y, lo dicho, concluyó un año inolvidable.
Agustín Pavlovsky realizó un trabajo formidable con la ganadora y ratificó su mano para los ejemplares clásicos que, como la heroína de la Copa de Plata, no suelen ser hijos de padrillos renombrados.