Desafía a los puritanos en TV
La cantante debutó en un musical del que, de chiquita, era fan. Su personaje enfrenta a su madre racista.
Faltando horas para el estreno, Ariana Grande (23 años) se mostraba súper excitada por interpretar en vivo en la televisión un rol del que siempre fue fanática: Penny Pingleton, la amiga nerdy de la protagonista (Tracy Turnblad) en Hairspray, un papel que en la versión cinematográfica del musical de Broadway popularizó en 2007 la actriz Amanda Bynes.
Es Baltimore en los ‘60 (en los estudios de Universal de Los Angeles, esa ciudad y esa era fueron recreados a la perfección) y Penny desafía a su madre puritana poniéndose de novia con un joven negro. Dadas las cosas en el país, el especial navideño que el miércoles estrenó NBC (aún no tiene fecha en la Argentina, pero sus fragmentos se pueden encontrar en la Web), Hairspray Live! está de lo más vigente, aunque fue creado por el director John Waters en 1988, en una película que ya es un clásico.
La protagonista, rellenita, lucha a puro talento y optimismo contra la discriminación, mientras a su mejor amiga, Penny, le toca pelear contra una madre racista. No puede ser más oportuno ese mensaje positivo.
“Era muy chica para participar cuando en 2002 hicieron Hairspray en Broadway, pero me enamoré del personaje de Penny. Me parece surrealista estar ahora recreándolo. Soy una geek (fanática) del teatro musical. La música pop es divertida, pero en este formato de musical lo es más aún”, dijo Ariana a la prensa local, en un encuentro con todo el elenco del que participó Clarín.
La cantante, nacida en Boca Ratón, debutó en Broadway en un pequeño papel, cuando tenía 15 años. Después de que le llegara la consa- gración interpretando a la dulce Cat Valentine en la serie Victorious, con Victoria Justice, le siguieron sus éxitos como cantante. Esta semana, precisamente, se enteró de que su tercer disco, Dangerous Woman, fue nominado a mejor álbum pop en los premios Grammy, categoría en la que competirá con Adele, Justin Bieber, Demi Lovato y Sia. Un rubro muy deseado que Los Beatles ganaron por primera vez en el ‘68 y Taylor Swift, el año pasado. “Estoy llorando. Que bendición haber sido nominada entre colegas (y amigos) que admiro”, tuiteó a sus seguidores, que la hicieron entrar en la lista de las 100 personalidades de mayor influencia en las redes sociales que la revista Time elaboró en 2016.
La cantante dejó su look de cabello recogido en una cola para lucir el flequillo y dos colitas que han hecho famoso al personaje. En la versión cinematográfica del musical de Broadway, en 2007, John Travolta -disfrazado de mujer rellena, imagen inolvidable- hacía de su mamá y Michelle Pfeiffer le daba vida a la villana. En la versión de NBC, Ephraim Sykes es Seaweed Stubbs, el amigo negro de Tracy del que Penny se enamora.
“Si Ariana fuera más talentosa tendrían que dividirla en dos, es adorable”, se derretía Harvey Fierstein, quien interpreta a su mamá. El director del musical -el mismo que recreó Grease Live para Fox-, Alex Rudzinski, dijo estar feliz de poder hacer esta historia en este momento de división en su país: “Podés cambiar leyes, pero lo interesante es cambiar corazones”.
Lo mejor de esta experiencia televisiva, de la que también participó Jennifer Hudson, es que es en vivo. Eso dice Ariana: “No todos los artistas tenemos la chance de experimentar cómo es el teatro en vivo en Broadway y esto lleva esa energía al living de los televidentes, es una genialidad”. No exagera. El año pasado, NBC cosechó mas de 11 millones de espectadores con otro especial musical pre navideño. El canal apuesta a que Ariana y Jennifer colaboren para que este año el éxito del musical supere la pantalla tradicional del televisor.