Clarín

Argentina, el espejo temido para EE. UU.

- Alberto Amato alberamato@gmail.com

Mañana, cuando Donald Trump asuma como el 45° presidente de Estados Unidos, la democracia de ese país, que en cierto modo es la madre de las democracia­s del continente, es

tará a prueba. En esto coinciden analistas, expertos en política internacio­nal, economista­s, todo el derrotado Partido Demócrata y, algo curioso, gran parte del triunfante Partido Republican­o: no hay registro en la historia del siglo XX de un presidente que haya asumido con tan poco crédito de confianza en su gestión.

El último en gozar de tan poco prestigio fue Barry Goldwater, que en 1964 enfrentó a Lyndon Johnson; racista de Arizona, militarist­a, de Goldwater decían cosas parecidas a las que dicen hoy de Trump, entre ellas, que su discurso de asunción iba a ser muy breve: “Diez,

nueve, ocho, siete, seis, cinco…” Goldwater no llegó a la Casa Blanca, pero Trump sí lo hizo.

Estos meses, y los que vendrán, son de intensos y ricos análisis en Estados Unidos. La tendencia asegura que la democracia es muy

frágil, que no resiste los embates de los poderosos puestos a hacer con ella lo que se les antoja, pero que en esa fragilidad radica su formidable fortaleza. Está por verse.

Hay también análisis muy curiosos. Uno de ellos lo escribió el joven analista económico, escritor y profesor de la Universida­d de Nevada, Matthew O’Brien, que lanzó un alerta que nos toca de cerca: “Estados Unidos puede ser la

próxima Argentina”. El artículo sirve para saber cómo nos miran desde la otra orilla del Río Grande.

Palabras más o menos, O’Brien dice que Argentina pudo ser Estados Unidos, pero que dilapidó su riqueza y su potencial en la alternanci­a de gobiernos populistas, es crítico del peronismo, que prometiero­n compartir la riqueza del país y dictaduras militares que intentaron impedirlo.

O’Brien afirma que gran parte del daño que padeció la Argentina en los últimos cien años

fue auto infligido, con origen en la gran desigualda­d del país de principios de siglo, cuan- do “cerca de trescienta­s familias controlaba­n la mayor parte de la tierra, la economía y el Gobierno”. O’Brien ve a la Argentina de hoy “como si en Estados Unidos el Sur hubiese ganado la Guerra Civil y dictara sus reglas al Norte”.

Más que la lucha por el poder, a O’Brien le preocupa lo que los poderosos han hecho con

el poder. Y allí es cuando ata la actualidad estadounid­ense al pasado y presente argentinos. “El universo político es amplio –afirma so

bre Estados Unidos– y no tiene por qué inclinarse hacia el progreso o la justicia. Puede señalar hacia atrás, si apuntamos hacia atrás. Como Argentina, tenemos altos niveles de desigualda­d; como Argentina, tenemos una polarizaci­ón política bastante extrema. Pero lo que puede convertirn­os en Argentina, es tener políticos que ridiculiza­n la experienci­a, que piensan que la política cabe en ciento cuarenta caracteres y que las elecciones son algo a respetar solamente si se ganan. En suma, Estados Unidos puede llegar a ser como Argentina”. Eso también está por verse.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina