Desde España al Báltico, la ola de frío en Europa alcanzó su pico máximo Hay rutas cortadas y apagones en varias zonas por intensas tormentas de nieve en el continente.
“Rusia invade Europa”, se podría titular si uno quisiera pasar por simpático, porque la ola de frío siberiano tiene paralizada a media Europa.
Desde la costa sur española a los bosques rumanos y del Báltico al sur de Francia, la ola de frío de las últimas semanas marcó ayer, según las previsiones, su momento más crudo en el continente europeo.
Rumania está sufriendo una tempestad de nieve que tiene casi paralizado al país y detuvo totalmente el tránsito en la capital, Bucarest. Las autopistas polacas están prácticamente cerradas por la cantidad de nieve de las últimas horas y la temperatura cayó por debajo de los 10 grados bajo cero.
El Danubio está cerrado en varios tramos porque los témpanos de hielo impiden la navegación, como en Belgrado, donde se alcanzaron el martes a la noche los 15 grados bajo cero y donde los refugiados, a falta de plazas en los cen- tros de recepción de migrantes, duermen en edificios abandonados cerca de la estación de trenes.
La producción eléctrica está al máximo pero en algunos lugares no alcanza, como en Holanda: Amsterdam sufrió un apagón casi total durante varias horas ayer por la mañana.
Bélgica lleva dos días tirando de sus reservas estratégicas para evitar apagones y en Francia se llegó a explicar a los ciudadanos por la televisión pública cómo funciona el sistema eléctrico para advertirles de que podrían ejecutarse apagones eléctricos controlados a las industrias más consumidoras.
La nieve llegó en España a lugares que no visitaba desde hace décadas, como la costa sur andaluza o incluso la ciudad de Ceuta, en la costa norte africana. Todo el país está en estado de alerta excepto las Islas Canarias, donde siguen con su temperatura templada rozando los 20 grados. Varias rutas fueron cerradas al tránsito en el norte y este del país, y las redes sociales se llenaran de fotos con la inusual imagen de playas cubiertas de nieve.
En España también se esperaba para ayer un récord en el consumo de energía eléctrica.
En las Ardenas belgas se llegó a 19 grados bajo cero mientras Bruselas amanecía con 6 bajo cero, y una sensación térmica de -10, y los autos cubiertos con una fina capa de hielo. En Italia nieva en casi todo el país, también en la región que sufrió varios terremotos en la madrugada de ayer.
Las heladas están dañando gran parte de la producción agrícola del continente, sobre todo en las zonas más templadas y donde estas temperaturas bajo cero son menos habituales, como el sur de España, punto clave de la producción de verduras y frutas frescas del continente. La ruptura de los stocks y de las cadenas de distribución ya se nota hasta en el Reino Unido, donde empiezan a faltar verduras en los supermercados.
Mientras, miles de refugiados encerrados en campos de detención siguen durmiendo en tiendas de plástico y lona directamente sobre la nieve y se calientan en fogatas mientras las autoridades griegas, europeas y de Naciones Unidas se tiran la responsabilidad a la cara.
Bruselas envió ayer al comisario europeo de Inmigración Dimitris Avramopoulos a la isla griega de Lesbos. Se mostró indignado ante la situación y pidió medidas inmediatas. Como si la situación de ese centro de refugiados fuera una tragedia caída del cielo y el Ejecutivo europeo no tuviera ninguna responsabilidad.
Más de 5.000 personas viven en campos sobrepoblados en Lesbos y cientos tuvieron que ser evacuados este mes de carpas que habían quedado cubiertas de nieve.
Las previsiones aseguran que los europeos están pasando lo peor de esta ola de frío y que en los próximos días deberían subir unos grados las temperaturas, aunque podría seguir nevando y el termómetro bajo cero en casi todo el continente.