Clarín

La nena que practicaba con un muñeco para ser mamá y fue ejecutada de un tiro en la nuca

Tenía 15 años y estaba embarazada de cinco meses. La mataron durante un robo, mientras esperaba el colectivo. “Ya se le notaba la panza, pero no les importó”, contó su mamá.

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“¿Má, así voy a cargar a mi bebé?”, preguntó Jenifer Geraldine Trillo Juli (15) el lunes a la noche mientras practicaba con un muñeco que encontró en su casa y se lo ponía en la espalda con una keperina, esas mantas típicas de Perú que las mujeres usan para cargar a los chicos. Estaba con Sergio, su novio de 16 y el padre del bebé que llevaba en el vientre. Le mostraba, con el mismo juguete, cómo debía cargarlo cuando naciera. Roberta, la madre de “Jeny”, recordó ayer la escena ante sus familiares, todavía incrédula frente a la tragedia, mientras esperaba que terminaran la autopsia para poder velar a su hija.

A la adolescent­e la mataron el martes a las 7.15 en la esquina de Montiel y Virgen de Itatí, en Ingeniero Budge, cuando iba junto a su madre a tomar el colectivo para hacerse un control prenatal en la Ciudad de Buenos Aires. Los resultados preliminar­es determinar­on que “Jeny”, embarazada de cinco meses, falleció por un “tiro en la nuca que el agresor efectuó con su mano derecha, con el arma apoyada, mientras la sujetaba con la otra mano para evitar que escapara”, según confirmaro­n los peritos que realizaron la autopsia.

Roberta Juli Calsín fue testigo del asesinato de su hija. Según su testimonio les quisieron robar. “Estábamos yendo a la parada, eran dos que venían caminando despacio, jóvenes, de más de 20 años. Se acercaron y le arrancaron la mochila y le pegaron tres veces en la cabeza. Cuando cayó al piso se fueron y ni siquiera se llevaron las cosas, las tiraron ahí. La mataron y la dejaron como a un perro. Yo pedía ayuda, un patrullero, algo. Pero no había nadie, no pude hacer nada”, dijo Roberta a C5N. La mujer, que ayer cumplió 46 años, no llegó a escuchar el disparo ni a ver que le tiraran. Al menos eso dijo ante la Policía y el fiscal que investiga la causa. “No aguanto el dolor, estoy destrozada. Uno sale al médico y le pasa algo así. Esto parece un sueño, no lo puedo creer, no sé cómo voy a continuar viviendo con esta tristeza”, se lamentó entre lágrimas.

Ayer los investigad­ores miraban las cámaras de seguridad y trataban de reconstrui­r los hechos con el testimonio de los testigos para confirmar la hipótesis del robo. Según lo que pudieron reconstrui­r hasta el momento, “un hombre sujetó la mochila de la víctima desde atrás, le impidió seguir avanzando, le apoyó un arma en la nuca y le disparó”. La mamá de la víctima resumió la crueldad con la que actuaron los asaltantes: “A mi hija ya se le notaba la panza, pero no les importó”.

Hasta anoche, la causa -en manos de Gabriel Lo Schiavo, de la UFI N°7 de Lomas de Zamora- no tenía sospechoso­s detenidos.

“Mi cuñada está muy shockeada. No lo puede creer todavía. Más allá del dolor que uno puede llegar a imaginar ante una cosa así, ella todavía está muy impactada por lo que le pasó. La noche anterior estuvieron juntos, todos en su casa. Hablaron del bebé, del futuro y al otro día pasó esto. Nos contó lo que hicieron, como “Jeny” preguntaba y se entusiasma­ba con la llegada del nene”, le dijo a

Clarín Gloria Trillo, la tía de la víctima. Y agregó: “Al principio costó asumir que estaba embarazada, tan jovencita, porque uno quiere lo mejor para los chicos, que estudien y se formen. Pero una vez que nos contó enseguida lo aceptamos y la apoyábamos. Ella estaba con su novio, él la acompañaba. Ese día no fue al control con ellas porque trabajaba en un puesto de feria, sino hubiera estado ahí. Mi sobrina quería seguir estu

diando, había organizado para que cuiden al chico mientras ella iba al colegio. Es increíble que haya pasado esto, no puede ser”.

Los vecinos de Budge, una de las zonas más postergada­s del Conurbano, organizan una marcha para el mañana a las 18 en la esquina de Virgen de Itatí y Saladillo para pedir seguridad. Su reclamo es permanente: aseguran que no hay presencia policial y que la droga y los robos son moneda corriente.

La jurisdicci­ón es de la comisaría 10ª de Ingeniero Budge, que queda a 37 cuadras del lugar donde mataron a Trillo Juli. Los vecinos se quejan porque este barrio limita con el área que correspond­e a la 7ª de Villa Centenario, también a 35 cuadras, por lo que ven poco a los patrullero­s.

Ese reclamo llegó al Ministerio de Seguridad bonaerense, que ayer anunció que analizarán cuál fue la respuesta policial ( Investigar­án...). No es la primera queja por el accionar de la Bonaerense: hace dos semanas, tras una protesta, removieron al jefe de la comisaría 10° de Budge. Días después, Alejandra Almirón (35) fue asesinada en la entrada del Barrio Obrero, a 20 cuadras de donde mataron a Jenifer. La víctima caminaba con su hijo cuando quedó en medio de un tiroteo entre bandas.

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Víctima. Jenifer Geraldine Trillo Juli (15) estaba planifican­do cómo seguir estudiando tras el parto.
 ?? MARIO SAYES ?? Reconstruc­ción. La madre de Jenifer (de mochila), ayer, en el lugar donde mataron a su hija.
MARIO SAYES Reconstruc­ción. La madre de Jenifer (de mochila), ayer, en el lugar donde mataron a su hija.

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