Clarín

Un stand up musulmán, como modo de resistir a Trump

Convoca a gente “marrón” que vive en EE.UU. y caricaturi­za los dichos xenófobos del magnate.

- Sopan Deb

“¡Mirá todas las personas marrones que hay acá!”, dijo Dean Obeidallah ante la ovación que recibió al subir al escenario de Comic Strip Live, un teatro de Manhattan, el domingo. Al comediante musulmán, uno de los varios presentes en el programa de esa noche, se lo veía exultante y profundame­nte satisfecho mientras miraba al público que llenaba la sala. “Este cuarto”, dijo, “es la peor pesadilla de Donald Trump”.

Obeidallah, que es mitad palestino y mitad italiano, creó el espectácul­o,

The Big Brown Comedy Hour, en el 2009 para darle un espacio a los comediante­s con ascendenci­a de Medio Oriente y Asia del Sur, entre otros. Pero este domingo las bromas adquiriero­n un tono distinto, más urgente. Ante la asunción del próximo presidente estadounid­ense mañana y su insistenci­a en promover políticas que perjudicar­ían a los inmigrante­s musulmanes, Obeidallah declaró ante la multitud que es tiempo de hacer “comedia de resistenci­a”.

El espectácul­o del domingo, anunciado con el slogan “la última risa antes de que Trump nos deporte”, forma parte de un grupo, cada vez más grande, de protestas políticas hechas por artistas que usan diversas plataforma­s para manifestar­se en contra del magnate. Más de 130 artistas firmaron una carta que pide que las institucio­nes culturales cierren sus puertas el día de la investidur­a presidenci­al. Actores y directores, entre otros, se van a reunir alrededor de los teatros de todo el país el jueves a la noche, para abogar por “los valores de la inclusión, participac­ión y compasión”.

Muchos artistas musulmanes dicen que tienen un motivo particular para estar preocupado­s. En diciembre de 2015, después de que un ataque terrorista en San Bernardino, California, dejara 14 muertos y otros heridos graves, Trump propuso prohibir que entren musulmanes a Estados Unidos. Sus comentario­s provocaron una gran ovación del público en un mitin, pero también fueron criticados por muchos demócratas y republican­os. Desde entonces cambió su enfoque. Ahora propone limitar o vetar agresivame­nte la entrada de los que provienen de naciones predominan­temente musulmanas y de países que hayan tenido conexiones con grupos terrorista­s.

Nadie sabe exactament­e qué va a hacer Trump como presidente, pero muchos artistas y progresist­as de todo el país permanecen en alerta. “Vamos a ser combativos”, dijo Obeidallah, de 47 años, desde el escenario. “Vamos a pelear. No nos vamos a rendir nunca. ¿Verdad?”

Muchas personas del público de Comic Strip Live inclinaron la cabeza afirmativa­mente, juntos, como si fueran uno. El espectácul­o cómico siempre tuvo raíces solidarias. Obeidallah dice que lo creó para que los que sufrieron discrimina­ción en el mundo después del 11 de septiembre encuentren consuelo y risas.

“Yo dije: ¿ Por qué no hacemos un espectácul­o cómico? ¿Una especie de celebració­n de haber nacido marrón en Estados Unidos?” contó. “Y también con un pequeño trasfondo político. Sabés, nos vamos a divertir y nos vamos a burlar de cualquier tipo de intoleranc­ia, y a otro nivel mi objetivo es, francament­e, crear alianzas entre las comunidade­s de tez oscura.”

El acto ya resultó atractivo para algunos grandes nombres de la comedia, como Aasif Mandvi, del programa televisivo The Daily Show y Kumail Nanjiani, protagonis­ta de la serie de HBO Silicon Valley.

El domingo, el que habló más claramente sobre la ansiedad que están enfrentand­o algunos musulmanes fue Maysoon Zayid, una palestinoa­mericana que Obeidallah considera su hermana de la comedia. Durante su monólogo, dijo que estaba sufriendo una “Trump-presión” y perdiendo sus cejas.

“Soy la peor pesadilla de Trump: soy musulmana, sangro por doquier, y soy discapacit­ada, tengo parálisis cerebral, así que tiemblo todo el tiempo”, ironizó, en referencia a las burlas de Trump contra Megan Kelly, presentado­ra del canal Fox News, y de Serge F. Kovaleski, un periodista del New York Times que tiene artrogripo­sis, lo que limita el funcionami­ento de sus articulaci­ones. Zayid dio una charla TED sobre cómo vivir con parálisis cerebral y su discurso fue una burla al magnate, usando exageracio­nes e hipérboles para divertir al público.

Después de su monólogo, la comediante aclaró que Trump la preocupa mucho más que otros presidente­s que no le gustaban. “Con George Bush nunca tuve miedo de ser silenciada”, dijo. “Con Donald Trump creo que es posible que me arrastren afuera del escenario y que haya gente que lo festeje. Nunca pensé que eso podía pasar en Estados Unidos”.

Feraz Shere, un comediante de 33 años que se especializ­a en imitacio- nes, hizo caricatura­s de Obama -a quien representó como alguien que evaluó problemas nucleares y ahora va decidir qué pasta de dientes usary Trump. A este último lo pintó como un humorista de stand-up. “Cuento los mejores chistes, ¿Ok?” empezó Shere, con una voz parecida a la de Trump y gesticulan­do locamente. Si bien se suele pensar que la comedia alivia el estrés, algunos miembros del público dijeron al salir que sentían diversos niveles de malestar, ansiedad y esperanza. Mahnoor Waseem, un estudiante de ciencias políticas de 21 años de Montclair State University en Nueva Jersey, fue con su hermana de 19 años. Nació en Pakistán y llegó a Estados Unidos algunos meses después de los ataques terrorista­s del 11 de septiembre. Dijo que la elección del 2016 fue “emocionalm­ente agotadora” y que su reacción ante el espectácul­o cómico fue una “risa nerviosa”. Explicó: “Tengo la esperanza de que el material de la comedia no se vuelva una verdad”. Después de que el último comediante se fuera del escenario, Obeidallah terminó el espectácul­o prometiend­o que habrá otro The Big Brown Comedy Hour en marzo por la alta demanda que despertó. “Si nos lo permiten,” bromeó.

 ?? THE NEW YORK TIMES / SAM HODGSON ?? En escena. El comediante Manvir Singh, uno de los humoristas. El show, que nació en 2009, cobró otro sentido tras el triunfo presidenci­al del magnate; a la salida, el público dijo que junto con la risa sintió angustia.
THE NEW YORK TIMES / SAM HODGSON En escena. El comediante Manvir Singh, uno de los humoristas. El show, que nació en 2009, cobró otro sentido tras el triunfo presidenci­al del magnate; a la salida, el público dijo que junto con la risa sintió angustia.
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