Otra feroz batalla entre presos en Brasil: envían militares a Natal
Volvieron a enfrentarse grupos rivales en un penal de esa ciudad. También incendiaron comisarías y vehículos.
Una nueva batalla campal, con palos y piedras, estalló ayer en la cárcel de Alcasuz, en las afueras de Natal (nordeste de Brasil), donde el fin de semana 26 personas fueron asesinadas en ajustes de cuentas entre bandas rivales de narcotraficantes. En medio de la ola de masacres carcelarias, el gobierno brasileño decidió enviar militares no sólo para controlar las prisiones, sino también para patrullar las calles de Natal, donde hubo ataques a comisarías y vehículos.
En los incidentes de ayer varias personas resultaron heridas y algunos medios llegaron a decir que hubo otras muertes, pero esa información no fue confirmada.
Un grupo derribó la barrera e internos de ambos lados comenzaron una batalla con lanzamiento de piedras y otros objetos, mientras la Policía intentaba contener la situación arrojando desde las casillas de control gases lacrimógenos y balas de goma.
En medio de una escalada de violencia, el gobierno de Michel Temer anunció días atrás que enviaría un millar de militares a las cárceles para evitar nuevos enfrentamientos como los que ya dejaron 140 muertos desde el inicio de este año en distintos penales del norte del país.
Ayer a la tarde, un vehículo blindado y varios policías del Batallón de Operaciones Especiales ingresaron por la tarde en el penal.
La acción se propone “retomar el control” y empezar a construir “una barrera física” entre las áreas dominadas por el grupo Sindicato do Crime RN y las que controla el Primer Comando de la Capital (PCC), la principal organización criminal de Brasil, indicó a la AFP la asesoría de prensa de Rio Grande do Norte.
Durante la madrugada se registraron disturbios en Natal y otras cinco ciudades de Rio Grande do Norte, con ataques a comisarías y edificios públicos. Cerca de 30 ómnibus y vehículos particulares fueron incendiados. El gobernador del estado, Robinson Faria solicitó el “envío inmediato” de contingentes militares, y su pedido fue aceptado. “Están atacando autobuses, como venganza (contra el gobierno) por haber decidido separar en los presidios” a las dos facciones, afirmó el gobernador a la emosora local CBN.
“La situación se volvió mucho más grave que ayer, se agravó a partir de ayer a la noche. Precisamos del auxilio inmediato del gobierno federal”, imploró el gobernador.
Más tarde, el Palacio presidencial del Planalto informó que “el presidente Michel Temer autorizó el en- vío de las Fuerzas Armadas a Rio Grande do Norte. Los militares reforzarán las patrullas de las calles de Natal, tras la rebelión en la penitenciaría de Alcaçuz”. Pero no precisó el número de efectivos que movilizará para esa misión.
La policía ya había ingresado el miércoles en la penitenciaría, de la que extrajo a 220 presos del RN para su traslado. Pero la medida, destinada a calmar los ánimos, avivó las tensiones.
En los enfrentamientos de ayer, el PCC consiguió apoderarse del pabellón 4, indicaron medios locales. El grupo RN era mayor en cantidad de hombres, pero su fuerza se vio mermada por los traslados de esta prisión que albergaba a más de 1.100 prisioneros. El RN exigía que los desplazados fueran del PCC, pero no fue escuchado.
La guerra por el control del tráfico de cocaína entre presos del PCC y las facciones rivales, empezando por el Comando Vermelho y sus aliados, dejó ya cerca de 140 muertos desde inicios de año, muchos de ellos decapitados. Las principales matanzas se produjeron en Manaos (56 muertos) y Roraima (33), ambas en el norte, así como en Natal (26).
“Rio Grande do Norte es una de las bombas de relojería que tenemos esparcidas por todo Brasil. Era una tragedia ya anunciada”, declaró a la agencia EFE el presidente de la Orden de Abogados de Brasil (OAB), Claudio Lamachia.