El consenso de Davos y la pregunta que incomodó a los argentinos
La inquietud coincidió con un alerta en los celulares: el sorpresivo despido de Melconian.
Hoy asume Trump. Y Mariano Stampella, ingeniero de la UBA, 37 años, describe un EE.UU. bajo shock. “Jamás pensé que un CEO cancelaría un encuentro para participar en una manifestación. Ni ver tan pesimistas a los milennials de Apple o Facebook”, dice. Stampella es fundador, junto a otros seis ingenieros de su misma camada, de FDV Solutions que hace punta en inteligencia artificial con robots que automatizan procesos y tiene filial en San Francisco. “Trump puede eliminar las visas H1 que son patrocinadas por las empresas para profesionales extranjeros y que explican el 70% del empleo tecnológico”, advierte. Stampella siente escalofrío: sus clientes de EE.UU. ya comenzaron a postergar encargos.
Con US$ 2.422 millones desembolsados en 2016 por las multis radicadas entre nosotros, EE.UU. recuperó el cetro perdido desde 1994 y se convirtió en el primer país inversor en la Argentina. ¿Pedirá Trump que se imite lo que hizo Ford en México y haya marcha atrás con
los planes en la Argentina? “Hay que tomar a Trump con precaución, pero esa posibilidad no existe. Argentina no es México”, se insistía el miércoles por la noche en la fiesta con la que se despidió Noah Mamet, el embajador de Obama en la Argentina y para Marcos Peña, “uno de los mejores ministros de Macri”.
A principios del siglo XX, el escritor uruguayo José Enrique Rodó se refería a la presencia
de lo bárbaro en la civilización. ¿Habrá un período mesiánico en la mayor economía del mundo? En el Gobierno lo toman con calma y el ministro Francisco Cabrera viajará en abril para una avanzada que culminaría con una bilateral entre Trump y Macri en mayo. En Davos asomó la nueva bipolaridad, por el protagonismo de China. En el Foro se invirtieron los roles con Xi Jinping defendiendo el libre comercio. Marcelo Mindlin (Pampa Energía) describió el consenso de esta versión del Foro: “Se
espera que Trump no realice sus promesas de campaña más controvertidas. Las tasas de interés se incrementarían, pero no lo harían disruptivamente. Y se prevé una economía mundial con perspectiva estable y en crecimiento. El riesgo más importante es que se inicie una guerra comercial entre China y EEUU”.
En ese Foro paralelo que se desarrolló en los hoteles y su calle principal, la Promenade, con Mercedes Benz y carteles indicativos para visitar el Museo Ernst Ludwing Kirchner; hubo una sola pregunta que incomodó a los funcionarios argentinos. El CEO de American Towers lanzó: “¿Hasta cuándo cree el Gobierno que los sindicatos y las clases bajas van a tolerar las restricciones económicas que impone la necesaria política de ajustes?”. Tres mujeres tomaron nota: la canciller Malcorra, Clarisa Lifsic, que ofreció oportunidades en telecomunicaciones y la ex YPF Doris Capurro, ahora al frente de proyectos en energía renovables. Pero nadie le contestó
porque la inquietud coincidió con un alerta en los celulares: se enteraban del sorpresivo despido de Carlos Melconian del Nación. Hubo caras de asombro y otras que parecían haberlo sabido de antemano.
Macri permitió a su amigo Melconian despedirse de lo que él bautizó “la familia del Nación”. Pese a ser considerado neoliberal, a Melconian le reprochaban desde Jefatura de Gabinete ser
“blando” con los sindicatos. Lo mismo le pasó a Isela Costantini en Aerolíneas. “Me sentí Perón en el balcón”, confesó ayer Melconian al despedirse. Los empleados colmaron la casa central.
“Hay que prepararse”, dice Héctor Méndez, ex presidente de la UIA y empresario autopartista. En su yate Cruz del Sur, de cuatro dormitorios, que se destaca en Punta del Este, Méndez, comentaba que gracias a los anticipos por contratos de Fiat y Peugeot no tiene que hacer recortes en sus plantas. En esas salidas a navegar les anti-
ciparon el decreto para acelerar la ley de ART que baja los costos del seguro. De acuerdo al experto Diego Cutignola la alícuota de la ART puede no “mover la aguja” en sectores como el comercio ( 3%) pero el promedio en industrias trepa al 7% y llega al 15% en la construcción.
Distintas son las preocupaciones del campo. El ministro Buryaile se bajó del avión que lo llevaría a Berlín a asumir la conducción tripartita del G-20 en nombre del presidente Macri. Buryaile se diferenció de otros (desde Bergman a Arri
bas) que mientras sus áreas ardían, ellos permanecían de vacaciones. Por cierto, la catástrofe climática dejó en evidencia la falta de una política federal ya que Córdoba canaliza, Buenos Aires deja fluir el agua y Santa Fe, considerada una provincia de tránsito, se inunda. A eso hay que añadir que la cosecha del siglo XXI se transporta por caminos del siglo XIX. Buryaile distingue dos problemas, el del agua en superficie y el de las napas saturadas. Mientras declara la emergencia, anuncia obras como la cuenca San Antonio sobre el Carcarañá que en un 80% financiará la Nación.
Según Andrés López, economista y miembro del Consejo de la Producción, “2017 arranca con más dudas por las demoras en la recuperación. Varios sectores vinculados a Brasil tendrán problemas, aunque para la industria automotriz el año irá mejor. La gran incertidumbre se presenta a futuro: ¿en qué rubros Argentina puede atraer inversiones competitivas fuera de los que ya son atractivos?”, plantea. Ese desasosiego no perturba a Esteban Olivera y Tristán López Gordillo (Fenix Partners) que están cerrando seis adquisiciones de empresas en simultáneo. Una pista: dos en insumos para el agro y el resto en segmentos de energía. “Son compradores estratégicos con optimismo en el país y que expresan la liquidez del mercado global”, amplían. “Yo les aconsejo que no se duer
man, los valores están subiendo”, dice Ezequiel Segal, detrás de varias de las principales transacciones que se concretaron en 2016. En energía hay jugadores, como Enel, dueña de Edesur, dispuestos a jugar fuerte con energía eólica y solar en la licitación que se abre en mayo. Parece no preocuparles que el último octubre el consumo industrial de energía eléctrica se derrumbara 8%. Desde entonces, no se recuperó.