Cicatrices urbanas que requieren distintos tipos de intervención
En los últimos años hicieron 27 túneles. Hay casos en que pueden generar más perjuicios que beneficios.
Alcanza con ver un mapa ampliado de la Ciudad de Buenos Aires. Los ferrocarriles surcan la geografía como cicatrices en la piel de un herido. Y sobra con recorrerla para comprobar que las barreras son literalmente barreras para la movilidad urbana.
Movilidad en que obviamente los ferrocarriles juegan un papel central. El problema es que cada vez es más difícil la convivencia entre la Buenos Aires actual y una red ferroviaria diseñada hace más de 100 años.
La solución en la ecuación costos y tiempo de obra fueron siempre los pasos bajo nivel. Un túnel donde antes había una barrera. De hecho, en los últimos ocho años se hicieron 27 obras, que comprendieron todos los ferrocarriles, menos el Sarmiento a la espera de que alguna vez se concretara el soterramiento.
Todas las obras fueron resistidas. De los 27 túneles ya inaugurados, muchos fueron los denominados "sapitos", pasos bajo nivel chicos para calles de una sola mano. Hubo presentaciones en la Justicia que frenaron los trabajos, aunque luego fueron autorizados.
Las obras demandan hasta dos años y alteran el movimiento del barrio que le toque. Los problemas en el tránsito son el mal menor. El vecino (los trabajos pueden llegar a cortar hasta seis cuadras) y sobre todo los comerciantes. No hace falta explicar por qué.
Con la obra terminada, todos parecen ser beneficios. Generalmente se recuperan veredas, se suma espacio verde e iluminación. Y en muchos casos se terminan armando áreas peatonales en las que hasta los comerciantes terminan ganado.
El caso de Villa del Parque puso otra vez en foco la polémica que generan los pasos bajo nivel. El barrio tuvo el año pasado la inauguración del túnel de la Avenida San martín que resolvió un cruce que era caótico para el transporte.
El que finalmente harán en la avenida Nazca puede apuntar en el mismo sentido. Más difícil de entender es el de Cuenca, corazón comercial del barrio y los barrios vecinos. No hay forma de que la obra no afecte a los negocios durante y una vez que la obra este concluida.
La red del ferrocarril San Martín es sin duda una cicatriz para Villa del Parque. En este caso, el Estado deberá buscar otro tipo de intervención para que no se transforme en una herida abierta.