Robos y hurtos, los primeros delitos que tramitará la nueva Justicia porteña
La Ciudad no heredará expedientes viejos. Estiman que en octubre ya funcionarán los juzgados transferidos.
Los vecinos van a poder dirimir sus conflictos de la vida diaria a través de un Poder Judicial propio
Mauricio Macri
Es lógico que, una vez concretado el paso de la Policía, la Ciudad también maneje la Justicia penal
Horacio Rodríguez Larreta
Los gobiernos de la Nación y la Ciudad dieron ayer el primer paso del largo proceso de transferencia de la Justicia al ámbito porteño. Se trata del traspaso de ocho juzgados penales y dos de Menores, más otras dependen- cias judiciales. Este cambio de manos es un avance en la autonomía de la Ciudad, que promete acelerar los tiempos de resolución de los juicios. Por lo pronto, la nueva Justicia porteña no heredará expedientes viejos sino que empezará a ocuparse de las nuevas causas de robos y hurtos, entre otros delitos.
Al convenio lo firmaron el presidente Mauricio Macri y el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. La transferencia implica que 490 personas, entre magistrados y empleados judiciales, pasarán al Estado local. Por eso, la Nación transferirá los recursos para financiarlos, pero la cifra se definirá recién cuando se cumplan todos los pasos restantes para concretar el traspaso: en el Consejo de la Magistratura de la Ciudad estiman que las nuevas estructuras “estarán operativas entre setiembre y octubre”.
Es que el convenio debe ahora ser refrendado por la Legislatura porteña y por el Congreso Nacional. “Confiamos en que la aprobación se obtendrá sin problemas porque hay consenso en que es imperioso pro- fundizar la autonomía judicial porteña”, aseguró el subsecretario de Justicia porteño, Jorge Enríquez.
El traspaso se concretará 90 días después de que lo avale el Congreso. Mientras tanto, el Consejo de la Magistratura realizará los concursos para cubrir los cargos. Los juzgados a traspasar son los que están vacantes, algunos desde hace años, y venían funcionando con subrogantes.
Las causas que hoy tramitan en esos juzgados serán derivadas a los que permanecerán en la Nación. La idea es que lleguen “vacíos”, para que puedan empezar a ocuparse de las nuevas causas de robo, hurto y el resto de los delitos que se transferirán en esta etapa, más los que ya se habían pasado en 2004 y 2010 (lesiones, amenazas, usurpaciones y otros), y que fueron absorbidos por 31 juzgados contravencionales de la Ciudad.
Así, los juzgados que seguirán en manos de la Nación ya no abrirán nuevas causas por robos o hurtos, pero sí continuarán ocupándose de los homicidios, las estafas y el resto de los delitos no transferidos.
Quedará para más adelante, sin plazo, la transferencia del total de los juzgados y delitos, más los fueros Civil, Comercial y Laboral. “Es un proceso paulatino. Ahora tenemos que demostrar que la Ciudad está en condiciones de hacerse cargo y lograr que los juicios sean más ágiles”, aseguró Enzo Pagani, presidente del Consejo de la Magistratura porteño.
La transferencia fue valorada por varios estamentos judiciales. “Esta decisión beneficia a los asistidos por el Ministerio Público de la Defensa ya que la legislación procesal de la Ciudad ofrece más garantías y asegura ser juzgado en un plazo razonable”, opinó Luis Duacastella, Defensor Adjunto porteño.
Pero también genera fuertes resistencias. La Asociación de Magistrados afirmó que resulta “más adecuada una política de modernización de la justicia nacional, refuerzo de dotaciones, creación de nuevos tribunales y modificación de algunos procedimientos vetustos antes que un simple traspaso, que sólo encuentra impulso en la agenda del poder político”.