Sonidos argentinos y de vanguardia en Nueva York
El compositor e investigador estrena hoy en el Lincoln Center una obra con raíces indígenas.
Como los chamanes, un músico que no renueva la tradición con su propia voz, no sirve. Al arte sincero lo comprenden todos”.
Esta noche se expandirá el universo durante diez minutos en Nueva York. Catorce músicos se fusionarán en un diálogo orquestal experimental con los sonidos magnéticos de la América precolombina: al rastro de los grandes espíritus. “Tengo una conexión con el chamanismo desde chiquito y lo aplico en mis obras”, jura el compositor e investigador argentino Alejandro Iglesias Rossi. Hoy a las 20, en el Lincoln Center de Nueva York, como concierto de apertura del 33° FO- CUS! Festival -de música contemporánea-, el prestigioso New Juilliard Ensemble estrenará la última obra de Iglesias Rossi que reúne ambos mundos: el culto, y el de los sonidos autóctonos de Latinoamérica. “Como los chamanes, un músico que no renueva la tradición con su propia voz, no sirve. Al arte sincero lo comprenden todos”.
El nombre de la obra es arduo y está en náhuatl, el idioma de los aztecas: Amoxtli Yoalli Ehecatl. Pero su título en castellano acercará, tal vez, puntos más luminosos: Libro de las Teofanías Proféticas en el Orden de la Tierra. ¿Qué conexiones secretas descubrió Alejandro Iglesias Rossi, en las experiencias de los chamanes, al transformarlas en música de vanguardia argentina? ¿A qué misteriosos destinos de América volverá para descifrar nuevas creaciones sonoras? Es docente y director de la Or- questa de Instrumentos Autóctonos y Nuevas Tecnologías de la Universidad de Tres de Febrero (UNTREF). Cada vez que estrena una obra suya, preguntas parecidas tiene Joel Sachs, el pianista, director y fundador del New Juilliard Ensemble, y también coordinador del propio FOCUS! Festival.
“Joel Sachs proviene de la tradición más abierta, exigente y progresista de la música contemporánea norteamericana”, cuenta Rossi, quien no viajará a Nueva York para presenciar suestreno. Su conexión será total a la distancia. “La música clásica y contemporánea suele mirar con menosprecio lo vinculado con el arte indígena, como si fuera algo menor. Sachs es otra cosa: pudo entenderse perfectamente con chamanes de Mongolia. No se trata de tener experiencias con plantas y alucinógenos para elevarse. Los chamanes dicen que la droga más fuerte es la disciplina”.
Alejandro Iglesias Rossi, de largo cabello blanco y rostro plácido, no gira en el vacío. Se formó en conservatorios de Boston y París y la UNESCO lo distinguió dos veces: con el “Primer Premio de la Tribuna Internacional de Compositores” (1985) por su obra Ritos Ancestrales de una Cultura Olvidada, y el “Primer Premio de la Tribuna Internacional de Música Electroacústica” (1996) por Ángelus. Lleva estrenadas muchas obras (diez en Estados Unidos), y para el Libro de las Teofanías Proféticas en el Orden de la Tierra se inspiró “en el Libro del
viento nocturno, un texto adivinatorio prehispánico que narra el diálogo de un chamán y un árbol. Una copia perduró con el nombre de Códice
Borgia gracias a un Fray que llegó junto con Colón”, detalla Rossi.
En él, un espejo negro de obsidiana devela verdades mágicas y espirituales sobre culturas que fueron sesgadas, y exterminadas, con la llegada de los españoles. La obra de Rossi que sonará esta noche en Nueva York, con músicos contemporáneos, se proyectará a ese universo. “A la vez se oirán la orquesta de cámara y los sonidos autóctonos que grabé en cinta magnética y que le mandé a Sachs. No son mundos opuestos. La creación de vanguardia puede ser similar a la visión de los chamanes”.
Patricio Féminis pfeminis@clarin.com