Bolsos voladores y testaferros
Acudía a “amigos” de la obra pública para quedarse con propiedades, que primero “alquilaba”.
El ex funcionario de Cristina Kirchner, descubierto cuando intentaba dejar bolsos con 9 millones de dólares en un convento del GBA, recurría a empresarios de la obra pública para usarlos “como presuntos testaferros” para comprar propiedades y ocultar el dinero de la corrupción. Así lo determinó el juez Daniel Rafecas, quien lo investiga por enriquecimiento ilícito.
LA CORRUPCIÓN KIRCHNERISTA Lucía Salinas lsalinas@clarin.com Amigos vinculados a la obra pública, compra de propiedades que no conocieron pero inmediatamente fueron alquiladas a José López, alquileres por valores inferiores a los del mercado, son parte de un entramado que investiga el juez Daniel Rafecas en la causa por enriquecimiento ilícito por la que está detenido desde el año pasado el ex funcionario K. "Un modus operandi para enriquecer su patri
monio eludiendo a la Justicia", así definieron fuentes de la investigación el circuito implementado por el ex secretario de obras Públicas.
Denunciado ante la justicia desde 2008 por enriquecimiento, tras la denuncia del abogado Ricardo Monner Sans, en relación al período comprendido entre 2003 y 2008, cuando ya era funcionario nacional, José López sabía que todos sus movimientos bancarios, financieros, adquisiciones de inmuebles, eran monitoreados por la Oficina Anticorrupción y por la Justicia. "Buscó la forma de enriquecerse por fuera de los circuitos legales", señaló una fuente de la causa. Con dos procesamiento por enriquecimiento, se encamina hacia un tercero por las operatorias detectadas en relación a dos propiedades.
Cuando ingresó al gabinete para manejar durante doce años la obra pública con sólo $ 160.000 declara
dos. Al concluir su gestión especificó en sus declaraciones juradas que tenía dos millones de pesos y ninguna tenencia de divisas. Días después fue encontrado en el convento de General Rodríguez arrojando bolsos con nueve millones de dólares.
Tras su detención el juez Rafecas se concentró en dos propiedades de las que el ex funcionario K sólo señaló ser inquilino. La Justicia cree que es el propietario y que la adquisición la realizó a través de empresarios vin- culados a la obra pública. En primer lugar, la propiedad de Dique Luján en Tigre valuada en 680 mil dólares, según el informe del Tribunal de Tasación de la Nación y un departamento sobre la calle Las Heras, de 104 mil dólares.
¿Qué se determinó en la investigación? Ambos inmuebles fueron comprados en el mismo período y de forma inmediata, alquilados a López. Los dos contratos de locación son idénticos, con una particular cláusula de venta: Si el ex funcionario K quería adquirir las viviendas "se le iba a tener en cuenta los alquileres abonados, algo poco visto", indicaron desde la Justicia.
La casa de Tigre celebró el contrato de locación en enero de 2011, un mes después se firmó el alquiler del departamento del barrio de Recoleta. Las dos propiedades se compraron en mayo de 2010 y el valor del alquiler
"era inferior al del mercado", especificaron desde la causa. Así, no sólo sospechan del pago de mensual de "retornos encubiertos", sino que atento a su situación judicial, López se valió de estos mecanismos "para enriquecerse". "La compra de los inmuebles tiene los mismos patrones, fueron comprados por empresarios vinculados a la obra pública que nunca conocieron
esas propiedades pero inmediatamente se las alquilaron a la familia de López", señalaron desde la investigación a Clarín. En el primer caso, intervinieron el contador Andrés Galera, señalado como testaferro del ex funcionario, y el empresario Eduardo Gutiérrez, presidente del Grupo Farallón.
Respecto a la propiedad de la calle Las Heras, fue adquirida con la firma Marketing Eventos de Carlos Gianni -sospechado también de ser testaferro-. El empresario es dueño además de Turicentro, dedicada al turismo y que a su vez tuvo contratos con el Es
tado, según consta en la causa, para los eventos del Bicentenario y también con Tecnópolis.
La ex esposa de López declaró ante Rafecas y señaló que el departamento Gianni lo compró "por indicación de José, la compra y el alquiler de todo eso se encargó él, simplemente fui a ver el lugar y mi hija firmó el contrato" y que conocía al empresa
rio: "lo vi en tres reuniones donde había allegados a mi marido" y sostuvo que conocía que "tenía contratos con el Estado", dice la declaración.