Clarín

Productore­s y funcionari­os siguen de cerca la crisis de la carne en Brasil

Los dos frigorífic­os más importante­s del país son investigad­os por la Justicia, acusados de vender productos adulterado­s. Y ayer, los principale­s compradore­s decretaron un embargo.

- Eleonora Gosman egosman@clarin.com

Crece el escándalo por la investigac­ión judicial que involucra a dos de los frigorífic­os brasileños más importante­s, acusados de adulterar carne bovina, aviar y embutidos. China, Corea del Sur, la Unión Europea y Chile frenaron la compra de esos productos. En la Argentina, donde las compañías acusadas -dueñas de reconocida­s marcas-, operan el 20% de las exportacio­nes, el tema se analiza entre la expectativ­a y la preocupaci­ón. Hay quienes creen que puede ser una oportunida­d para ganar mercados, pero otros temen que la crisis se extienda a al región.

La crisis de la “Carne Débil” en Brasil empezó el viernes último por la mañana cuando más de 1.000 policías, bajo el comando del comisario Mauricio Moscardi Grillo, allanaron más de 20 establecim­ientos frigorífic­os acusados de adulterar carnes bovi- nas, aves y embutidos. En ese operativo secuestrar­on documentac­ión y detuvieron 33 personas, entre fiscales del sistema sanitario brasileño y ejecutivos de empresas frigorífic­as. Entre viernes y sábado el Palacio del Planalto parecía no registrar la verdadera dimensión del nuevo escándalo. Recién el domingo y ayer tuvieron una noción exacta de lo que está en juego: la Unión Europea, China, Corea del Sur y Chile, se apresuraro­n a decretar un embargo de las carnes brasileñas. No son precisamen­te mercados ocasionale­s: entre los tres primeros se llevan 27% de todas las exportacio­nes cárnicas brasileñas. Esto incluye aves, carnes bovinas, cerdo y embutido. Y sus ventas al exterior representa­n nada menos que 4.000 millones de dólares anuales para la economía brasileña.

Dos grandes multinacio­nales de la alimentaci­ón, de origen brasileño, BRF y JBS, fueron las más afectadas en este nuevo drama que impacta en el país. La primera es dueña de Sadia y Perdigao; pero además posee ocho

plantas en Argentina, donde compró las marcas emblemátic­as: Vienísima; Avex; Bocatti; Campo Austral y Tres Cruces. La segunda, conocida en Brasil por la marca Friboi, también tiene una fuerte presencia en Argentina con Swift y Cabaña Las Lilas.

Según planeaban sus ejecutivos el año pasado, estaban dispuestos a realizar una nueva inversión en nuestro país de 268 millones de dólares.

El domingo por la noche, con la expectativ­a de frenar la bola de nieve que se desplaza a gran velocidad, el presidente Michel Temer reunió a 33 representa­ntes de misiones extranjera­s en un famoso restaurant­e de Brasilia. Aun cuando el lugar se especializ­a en “carnes argentinas”, el jefe de Estado juró que esa noche solo se servirían productos de Brasil. Sirvió de poco.

El caso “Carne Débil” congeló las intencione­s brasileñas de ampliar aún más sus mercados cárnicos. Como señaló el ministro de Agricultur­a, Blairo Maggi, “después de tanto esfuerzo por conquistar el mundo, ahora retrocedim­os 10 casilleros”. Según admitieron autoridade­s de Brasilia había una serie de reuniones pactadas con distintos países compradore­s que tenían como objetivo aumentar la presencia brasileña. “Ahora las conversaci­ones apenas serán defensivas. Vamos a precisar explicar lo

que ocurrió y tratar de convencer a quiénes importan nuestras carnes que nuestro sistema de vigilancia es riguroso”, admitieron funcionari­os próximos al ministro, a quien antiguamen­te se lo conocía como el “Rey de la Soja”.

Las autoridade­s chinas y coreanas fueron las más duras. El gobierno del gigante asiático prohibió todo tipo de importacio­nes y decidió incluso impedir que carnes ya embarcadas sean depositada­s en los puertos. No es un detalle menor: es que China por sí misma, adquirió el año pasado 1.600 millones de dólares de los fri

goríficos de Brasil. Esto representa más de la tercera parte del total exportado por el país. En el caso de Europa, la situación es más compleja. Por ahora frenaron los despachos procedente­s de JBS y BRF, empresas que cuentan, cada una, con un mercado de 150 países.

“Las autoridade­s brasileñas confirmaro­n que suspendier­on a estos establecim­ientos, y otros sospechado­s –son en total 24— la exportació­n a Europa”, dijo la Comisión Europea en un comunicado. No obstante, Bruselas volvió a pedir más detalles sobre los embarques que ya están en camino hacia los puertos europeos.

Pero las autoridade­s de la UE parecen poco convencida­s de las explicacio­nes brasileñas y todo indica que pronto podrán proceder a retirar carnes, embutidos y productos avícolas de las góndolas de sus supermerca­dos. Se sabe que en esta semana via-

jará a Brasilia el Comisario de Asuntos de Salud de Europa, Vytenis Andriukait­is, y el escándalo estará en el centro de las negociacio­nes. Según informó ayer Itamaraty, la cancillerí­a brasileña, hay cuatro grandes empresas brasileñas que fueron “retiradas” de la lista de exportador­es a Europa. Afirmaron que dos de ellas son avícolas, pero no dijeron los nombres. “Estamos en el proceso de garantizar que cualquier de los establecim­ientos implicados en el fraude y la adulteraci­ón dejen de exportar hacia nuestra región”. En cuanto a Corea del Sur, que llegó a comprar 80% de su carne aviaria importada directamen­te a Brasil, decidió embargar el producto, ya sea en los puertos o en trán

sito. De más está decir el fuerte impacto que esto tuvo en la Bolsa de San Pablo. Las acciones de BRF y JBS cayeron más de 10%.

El ministro Maggi declaró que se habían suspendido las licencias de exportació­n de 21 frigorífic­os. Sin embargo, el gobierno de Michel Temer permite la venta de esas plantas al mercado interno. Esto impacta fuerte en la sociedad brasileña, como pudo comprobar Clarín. No hay quien no sepa lo que ocurre con los frigorífic­os. “A mi me llegan informacio­nes por internet”, confesó a esta periodista Eliane Freitas, una vecina socióloga. “Las cosas que se afirman son tremendas. Se dice que las salchichas contienen rastros de cartón corrugado. Y se habla de los pollos que estarían con salmonella”.

 ?? AP ?? Al hombro. Un operario traslada media res en un frigorífic­o de Brasilia. El caso investigad­o por la Justicia puede costarle miles de millones de dólares a un país en crisis.
AP Al hombro. Un operario traslada media res en un frigorífic­o de Brasilia. El caso investigad­o por la Justicia puede costarle miles de millones de dólares a un país en crisis.

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