Clarín

Lo secuestrar­on y estuvo seis horas cautivo en un baúl

Tiene 38 años y lo capturaron cerca de la estación de trenes de San Antonio de Padua, tras dirigir un partido de futsal. Estuvo seis horas encerrado, hasta que lo liberaron sin cobrar rescate.

- Natalia Iocco niocco@clarin.com

Lucas Cueto es árbitro. Fue capturado en Merlo y liberado en Luján.

Era de madrugada y la familia de Lucas Cueto Viñas empezó una cadena desesperad­a de mensajes para intentar averiguar dónde estaba el árbitro de 38 años. El hombre no había vuelto a su casa después de dirigir un partido de la segunda división de futsal entre Deportivo Hurlingham y Club Alvear. Supieron más tarde que lo secuestrar­on cerca de la estación de Padua, en Merlo, lo encerraron en el baúl de su auto y lo tuvieron casi siete horas recorriend­o la zona oeste del conurbano bonaerense. Lo liberaron sin cobrar rescate ni robarle nada, en Carlos Keen, a casi 60 kilómetros de su casa. Hasta que llegó la Policía estuvo encerrado pidiendo auxilio.

Cueto Viñas trabaja como juez asistente en el fútbol del ascenso y dirige en partidos de la liga de futsal. Es casado y tiene tres hijos. Fanático de los deportes y la aventura, el 7 de febrero festejó su cumpleaños y se “auto regaló” una hazaña: se tiró en paracaídas y se filmó orgulloso en caída libre. Describió ese momento co-

mo de “pura adrenalina”.

El lunes a la madrugada también lo invadió la adrenalina, pero una distinta. No fue por el vértigo, sino

por el miedo. Cerca de la medianoche, Lucas salió del Club Deportivo Hurlingham y, junto a un compañero, regresó a Padua, donde vive con su familia. Dejó a su amigo cerca de la estación de trenes y siguió camino a su casa, a unas diez cuadras de allí.

A mitad de camino le cruzaron una moto y un Ford Fiesta, dos hombres armados se subieron a su auto y lo tomaron cautivo. Fueron horas largas

y densas. Durante los primeros minutos, Lucas escuchó cómo se comunicaba­n con su familia desde su celular, la estrategia preferida de los secuestrad­ores en el último tiempo. El primero en recibir el llamado extorsivo fue su hermano, al que le pedían que fuera “preparando la plata”, sin darle una cifra concreta.

“Me pegaron un poco, algunos cachetazos, pero estoy bien, no fue nada”, le contó Lucas a Clarín, con las últimas energías, todavía recorriend­o comisarías y haciendo trámites.

Una hora estuvo en el asiento trasero de su Peugeot 307 hasta que llegaron a la zona de Moreno. Fue lo último que vio, ahí le pusieron precintos en los pies, lo esposaron y lo encerraron en el baúl. “Habré estado unas seis horas. No escuchaba nada, no sabía qué hacían, ni con quién hablaban. No veía por dónde me lleva

ban”, dijo Cueto Viñas. Y agregó: “No sé por qué me soltaron, no se llevaron nada. Me dejaron ahí así nomás”.

Mientras él estaba encerrado, los secuestrad­ores intentaban comunicars­e con la familia del árbitro. Según confirmaro­n, hubo varias llamadas que, por la mala señal, se cortaban o no se concretaba­n. Pero fueron diez las veces que lograron hablar con el entorno de Lucas.

Aún no se sabe por qué la banda trasladó a la víctima 58 kilómetros. Pero lo dejaron encerrado, atado en su baúl, en un camino vecinal de Carlos Keen, en Luján. Un vecino fue el que avisó al 911 y, cuando la Policía llegó al lugar a las 6 de la mañana, escucharon a un hombre pidiendo auxilio desde el baúl. Era Lucas, que seguía allí, desesperad­o.

Los agentes de la comisaría de Carlos Keen lo liberaron y lo derivaron a un centro de salud, donde lo revisaron. Estaba bien, sin secuelas físicas.

Ayer, entrada la tarde, Lucas seguía rodeado de policías en una recorrida con investigad­ores de la DDI de Mercedes para intentar descifrar el camino que hicieron los secuestrad­ores. Buscaban encontrar y verificar las cámaras de seguridad que pudieron haberlos grabado. No le robaron nada: ni el auto, ni el celular donde ayer recibía cientos de mensajes de amigos y compañeros del ascenso, dándole aliento. Investigan las fiscalías federales de Mercedes y Morón.

 ?? FACEBOOK ?? Víctima. El árbitro de futsal y juez de línea del fútbol de ascenso Lucas Cueto Viñas (38), en sus vacaciones familiares en las imponentes Cataratas del Iguazú, a fines de 2015.
FACEBOOK Víctima. El árbitro de futsal y juez de línea del fútbol de ascenso Lucas Cueto Viñas (38), en sus vacaciones familiares en las imponentes Cataratas del Iguazú, a fines de 2015.

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