Giallombardo: “Tenía una cuenta pendiente con Río Cuarto y la saldé”
Si las casualidades existen o no, es algo que por el momento no se puede explicar. La vida da revanchas en el momento y en el lugar en el que uno menos se lo imagina. Tal es así que, a los 27 años, Mauro Giallombardo tuvo la suya el domingo pasado tras conseguir la primera victoria de la temporada en Top Race V6 en el autódromo de Río Cuarto, casualmente el mismo circuito en el que su auto se prendió fuego con él adentro en diciembre de 2015. "Fue el peor momento que me tocó vivir en mi carrera deportiva", le confiesa el piloto de Bernal, días después de la consagración, a Clarín.
-¿Qué significó haber ganado en el mismo circuito en el que sufriste el accidente?
-Mucho. Esto te dice cómo es el automovilismo y la vida. La realidad es así. A veces te pasan cosas muy malas, y quizá el tiempo te haga darte cuenta de que lo mismo que te causa mucha tristeza te pueda dar mucha felicidad. Es un poco la situación que vive cualquier deportista. Tenía una cuenta pendiente con Río Cuarto y la saldé. Quería ganar ahí. La victoria fue muy linda y positiva. El domingo cambió todo sólo por ese momento.
-Desde lo mental, ¿cómo enfrentaste el hecho de correr nuevamente allí?
-Lo hice con mucho huevo. Salí con algunas lesiones, pero me gusta correr y sé el riesgo que eso implica. Esa tarde podría no haberla contado. El automovilismo es mi vida y entiendo que es un deporte de riesgo. No era la primera vez que volvía a competir en Río Cuarto. Pero sé que cada vez que tenga que ir a correr ahí, el recuerdo será bastante feo.
El 6 de diciembre de 2015, en la última fecha de la temporada de Top Race V6, Giallombardo cerró el año de la peor manera. Porque en la última curva del circuito cordobés, en la sexta vuelta, su auto se incendió inesperadamente con él adentro. Y si bien logró salir del vehículo y se arrojó al pasto, el piloto de Ford estuvo internado y sufrió algunas secuelas. "Me llevaron al hospital y estuve cinco días en terapia intensiva. Me quemé las manos, la nariz y parte de la pierna", recuerda el campeón de Turismo Carretera en 2012.
-¿Qué sentiste cuando cruzaste la bandera a cuadros?
-Algo inexplicable. Vencer a todos los rivales es increíble, y más con la calidad de pilotos que hay en nuestro país.
-¿Es una victoria diferente a las demás?
-Tiene una cuota de motivación, aunque todos los triunfos son iguales. La estoy remando en este momento de mi carrera. Y justo se da en el circuito en el que tuve el accidente. Nunca me había prendido fuego y sabemos que un accidente de este estilo es difícil de superar y de salir, aunque en mi caso fue favorable porque pude hacerlo rápido.
-¿En algún momento pensaste en abandonar?
-Nunca pensé en dejar de correr. Es mi vida y es lo que me gusta hacer. Estaría menos vivo si en lugar de correr y asumir el riesgo de que pase algo, estuviera tranquilo abajo del auto. Disfruto mucho de la actividad en sí. Quemarte duele, golpearte también, pero es parte del aprendizaje de la vida.
-¿Y cómo lograste salir adelante?
-No me gusta perder. Soy cabeza dura. Con mucha voluntad y esfuerzo terminé saliendo adelante. Para mí el que abandona no tiene revancha. Creo que lo que ocurrió fue por algo y que por algo tenía que zafar. Es difícil levantarse de una pálida pero depende de la fuerza de voluntad de cada uno. Fue una prueba que tuve que superar. Y la única manera de hacerlo era poniéndome los pantalones largos, haciéndome cargo de lo que pasó y poniéndole más dedicación que antes. Y pensar que en algún momento podría tener revancha.
“Por suerte gané en el circuito en el que tuve el accidente. Nunca me había prendido fuego” “No me gusta perder, soy cabeza dura. Con voluntad y esfuerzo terminé saliendo adelante”