Impiden un atentado en Bélgica: un hombre quiso atropellar a una multitud
Ocurrió en Amberes. Los militares lograron detenerlo. El agresor es un francés de origen magrebí.
Militares belgas detuvieron ayer en la ciudad de Amberes, a unos 60 kiló-
metros al norte de Bruselas, a un hombre que intentó irrumpir con
su auto a gran velocidad en una zona peatonal. El individuo, de nacionalidad francesa y origen magrebí, de 39 años, fue identificado por los medios belgas como Mohammed R., y no consiguió provocar ninguna víctima.
El jefe de la Policía de Amberes, Serge Muyters, explicó en conferencia de prensa que el vehículo, matriculado en Francia “rodaba a gran velocidad”. El hombre detenido iba ves
tido con ropa de camuflaje y, según la TV pública RTBF, tan borracho que tres horas después la Policía no había conseguido interrogarlo.
Según una fuente cercana a la investigación, el hombre, conocido por hechos de delitos comunes, se encontraría “bajo la influencia” de alguna substancia, que no pudo precisar.
“Según las primeras informaciones no estaba fichado como radicalizado”, indicó otra fuente próxima a la investigación, que precisó que las únicas infracciones conocidas de este hombre residente en Lens (norte de Francia) giraban en torno a conducir en estado de embriaguez o al consumo de estupefacientes.
Los militares actuaron cuando el auto cruzó un semáforo en rojo y puso en peligro a los transeúntes. Intentaron pararlo en ese momento pero el auto consiguió escapar y lo persiguieron por el centro de la ciudad hasta que un equipo de policía consiguió detenerlo cerca del canal que abre la ciudad al mar del Norte.
La gente “tuvo que saltar a un lado” para evitar ser atropellada por el vehículo, explicó a la prensa Serge
Muyters, jefe del cuerpo policial de Amberes. La Fiscalía aseguró que habían encontrado en el auto “dife
rentes armas, entre ellas armas blancas, un arma de fuego y un bi
dón con un producto todavía no identificado”.
El primer ministro belga Charles Michel aplaudió la actuación de los militares: “Los servicios de seguridad han actuado de forma ejemplar en Amberes. El gobierno sigue movilizado”. El alcalde de Amberes, Bart De Wever, dijo a la agencia Belga que consideraban el incidente “como un posible atentado terrorista”.
Amberes, como toda Bélgica desde los atentados del 22 de marzo del año pasado que se conmemoraron el miércoles, está en situación de
alerta ante el riesgo de atentados terroristas. El nivel de la alerta está situado desde el año pasado en el 3 en una escala de 0 a 4, lo que significa que un ataque terrorista es “posible y verosímil”. Muyters explicó que la vigilancia “se ha reforzado en Amberes, lo que quiere decir que hay más vigilancia policial en los lugares donde hay concentraciones de personas”.
“Debemos tener una gran vigilancia y movilizar a todas nuestras fuerzas” para que, “más allá de nuestros gendarmes, militares y policías, podamos tener toda la capacidad para prevenir y reaccionar en caso de situaciones similares”, dijo el presidente francés François Hollande en París.
La calle peatonal que intentó atacar con el auto el hombre detenido ayer por la mañana, la Meir, es una de las más comerciales y transitadas tanto por locales como por turistas. Amberes, la segunda ciudad de Bélgica y segundo puerto europeo tras el holandés de Rotterdam, acoge una importante comunidad extranjera y confesión musulmana, así como una importante comunidad judío ortodoxa, famosa por sus actividades en el sector del diamante.