Robledo Puch, más cerca de la libertad: lo pasarán a un régimen semi abierto
La Cámara de San Isidro, a partir de una orden de la Suprema Corte, decidió darle el beneficio.
La noticia no es que Carlos Eduardo Robledo Puch recuperará la libertad, pero sí que quedó a un paso. Por orden del juez Duilio Cámpora -integrante de la Sala I de la Cámara de Apelaciones de San Isidro-, el mayor asesino civil de la historia argentina será pasado del régimen de máxima seguridad en el que vive desde hace 45 años a uno semi abierto. Por el momento no saldrá a la calle, pero la medida es un primer
paso hacia la posibilidad de que consiga la libertad condicional.
Según pudo saber Clarín, Cámpora -a cargo de la ejecución de la pena de Robledo Puch- resolvió esta “morigeración” ayer y en pocas horas la decisión fue notificada al Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), ya que “El Ángel de la Muerte” está preso en el penal provincial de Sierra Chica.
Hasta el cierre de esta nota, sin embargo, la orden de la Justicia todavía no se había hecho efectiva. La ver- sión más firme indicaba que la mudanza de Robledo Puch no sería muy drástica: el SPB lo alojaría en otro edificio del complejo de Sierra Chica, donde las condiciones de detención son más laxas.
Allí, según la disposicion firmada por Cámpora, Robledo deberá respetar ciertas normas, como tratarse con un psicólogo y un psiquiatra. En caso de que no lo haga, deberá volver al régimen de máxima seguridad.
Condenado en 1980 a reclusión perpetua (más la pena accesoria de reclusión por tiempo indeterminado) por diez homicidios calificados y un homicidio simple, dos violaciones
y 17 robos, la pena que le dieron está largamente agotada. “La reclusión perpetua, dijo la Corte Suprema, son 30 años, más 5 de la pena accesoria de reclusión por tiempo indeterminado. Al día de hoy le deben 10 años”, le explicó a Clarín el defensor oficial José Luis Villada en febrero , cuando este diario anticipó que Robledo Puch estaba a punto de recibir este beneficio.
En octubre pasado, gracias a una gestión de Villada, la Suprema Corte Bonaerense ordenó que Robledo Puch “pase de un ámbito cerrado a otro menos riguroso que lo vaya preparando para la vida en libertad”. La medida quedó en manos de la Sala I de la Cámara de Apelaciones de San Isidro porque es la que lo había condenado en 1980.
Así, tal como anticipó Clarín, en enero entró al Servicio Penitenciario Bonaerense un oficio de este tribunal, donde ordenaba que se le hicieran análisis psicológicos para determinar si estaba apto para el traslado a un penal de régimen semi abierto -el de Gorina, en La Plata u otro sector de Sierra Chica- como paso previo a la libertad.
El resultado, comunicado hace unas semanas a la Justicia, fue que con 65 años Robledo Puch (detenido cuando tenía sólo 20) está apto para iniciar este camino.
Es en este marco que ahora llega la orden para flexibilizar las condiciones de detención de Robledo Puch. La decisión de Cámpora está clara. Lo que aún no se sabe es si los fiscales de Ejecución Penal de San Isidro apelarán la medida.
“Por lo pronto la posición de los fiscales, en esta etapa, no es vinculante. Si deciden apelar, esto no interrumpe la ejecución de la medida dispuesta por el juez. Sólo se puede dar marcha atrás si eventualmente Casación ordenara que el condenado volviera a máxima seguridad”, explicaron a Clarín fuentes judiciales de San Isidro.
Aunque parezca paradójico, tampoco está claro si el propio Robledo Puch aceptará el traslado. Durante las décadas que lleva encerrado no siempre tuvo la misma misma postura. Por un lado reclamó por su libertad y, por otro, más de una vez sostuvo que no quería que lo movieran de Sierra Chica.