Iglesias porteñas: tras el legado de la fe
El miércoles 10 de septiembre de 1913, extrañamente, el atrio de San Miguel Arcángel se empezó a poblar con distinguidos señores, elegantes damas y algunos periodistas. En forma imprevista, el afamado bailarín ruso Waslaw Nijinsky había decidido contraer matrimonio con la condesa y bailarina austro-húngara Rómola de Pulszky, compañera en el barco que los había traído a América”, recuerda Historias curiosas de templos de Buenos Aires, compilación de Marcos Vanzini editada por la Dirección de Cultos porteña. “La novia comentó: ‘La ceremonia fue muy larga. El clero oficial iba ricamente vestido. Las flores eran estupendas. Todos se confundían en una atmósfera de extraña neblina, los padres, el cortejo, los invitados, hasta el futuro marido’...”
Salvo que ande como turista, uno suele ver a las iglesias como eso: espacios de culto y ceremonias (en el caso de casamientos, en general, más emotivas que la de los bailarenos). Y eso son las iglesias, aunque no solamente. Como recuerda Andrea Cerletti, gerente del Casco Histórico (CH) de la Ciudad de Buenos Aires, que organiza visitas guiadas gratuitas por templos cristianos de la zona cada jueves por la mañana hasta fines de abril -uno especial por Pascua-, esos lugares componen “un valioso patrimonio y son testimonios del origen y desarrollo de la comunidad”.
Se trata de capítulos de historia porteña. Muestrarios de costumbres, arquitectura y arte –no siempre cuidados- . ¿Acaso no son preciosas las cúpulas acebolladas celestes de la Catedral Ortodoxa Rusa de San Telmo? ¿Y las supuestas escaleras para que los ángeles suban al cielo de la fachada de la Danesa?
Además, hay iglesias que cumplían, cumplen, otros roles, aparte de los asistenciales. Eso explica que la Danesa tenga un escenario. Y que algunos inmigrantes se juntaran en otras partes antes de edificar la propia. Los anglicanos, por ejemplo, en la de la Sociedad Filarmónica, hasta que obtuvieron un terreno en la actual 25 de Mayo al 200 para construir en 1830/1 el templo pionero de ese credo en Sudamérica.
Entonces: las visitas que propone CH son recorridos por expresiones de la fe, rituales, refugios de algunas formas, poco exploradas, de parte de la identidad porteña.
Para ver la agenda completa, consultar la web de CH. Ojo: hay que anotarse antes.