La impericia de Amoroso, los reflejos de Bértoli y el empate
Con el triunfo el equipo rosarino hubiera alcanzado a Boca. Patronato sumó para alimentar el promedio.
¡Ay, Amoroso! Pensar que eras una de las figuras del partido. Pensar que fuiste partícipe de casi todo lo que gestó en ofensiva el equipo que buscaba igualar a Boca, aunque fuese de manera temporaria, por lo menos hasta que el domingo el conjunto de Barros Schelotto tenga esa difícil visita a San Juan para enfrentar a San Martín. Pensar que tuviste esa posibilidad, casi mágica para cualquiera, aunque conciliar el sueño te cueste por unas horas a vos y también a los hinchas. Bértoli también está para eso, dirán con justa razón otros. Lo cierto es que el partido se fue en un empate cuando en los pies del arquero de Patronato estuvo una situación única para que Newell’s diera un salto de calidad en la tabla y le pusiera otro condimento y otro calor a un campeonato todavía frío e insípido después de tan largo parate.
No quedó muy clara la diferencia que marca la tabla (y que marcan los prejuicios) entre Patronato y Newell’s en la primera mitad. Parejo en las llegadas y también en la tenencia, hasta parecidos en atacar por un sólo sector de la cancha: la banda que ocuparon José San Román y Joel Amoroso por el lado de los visitantes y Lautaro Geminiani y Damian Arce por el del local. Nadie marcó demasiado bien en ese sector pero mayor provecho le sacó a la situación el conjunto paranaense. Por ese lateral Arce encaró a San Román, le mintió con un gesto sin llevarse la pelota y cuando tuvo el espacio para levantar la cabeza la cedió precisa para que Fernando Telechea convirtiera dentro del área chica con un desperfecto técnico al tomar contacto con el balón que resultó un pase a su cabeza que le permitió ejecutar con una comodidad insospechada.
Pesada carga le dejó el gol a Newell’s. No logró imponer condiciones el aspirante a líder pero, se sabe, a un equipo de Diego Osella no se lo puede dar por muerto. Mucho menos cuando todavía queda tiempo en el reloj.
El complemento salió otro partido. Más entretenido, con más facilidades por la poca contención en los volantes de ambos equipos, se hizo de ida y vuelta. A los 10 minutos Ignacio Scocco tuvo la ayuda de Walter Andrade, que empató el partido. El gol también se gestó por el lado elegido para los ataques en el primer tiempo y esta vez en un pase previo de Amoroso.
Con esto surgió una leve iniciativa del equipo rosarino. Se entendía: de ganar igualaría a Boca. Y en esa búsqueda -lejos de ser incansable, mucho menos implacable- encontró lo inmejorable. Es decir, poner a un jugador (Amoroso) a dos metros del arco y con el arquero (Bértoli) jugado; entregado, prácticamente. Sin embargo, la destreza del segundo impidió que Newell’s fuera líder. Y eso fue el final. Porque la visita se deprimió después de esa oportunidad perdida y a Patronato le quedó la sensación de que si había zafado de esa nada más podía pasar. Y fue así: reparto de puntos en la noche de Paraná.