De Vido le pagó a British Petroleum un precio extra por el gas en barco
La petrolera British Petroleum (BP) resultó la mayor beneficiaria de las importaciones de gas líquido (GNL) en barcos durante el kirchnerismo. Enarsa, la empresa estatal que estaba bajo la órbita de Julio De Vido y que pagaba por esas compras, acce- dió a abonarle un precio “con premio”, o por arriba de los valores de mercado. Los datos están en manos de la actual conducción de Enarsa, pero son revalidados por información que po- seen consultores de petroleras.
Entre 2014 y 2015, el Estado nacional pagó gas importado por más de US$ 6.000 millones. Entre 2016 y 2017, ese gasto estará entre US$ 2.000 mi- llones y US$ 2.200 millones. La caída se explica por la baja en el precio internacional, pero también por decisiones de compra del kirchnerismo al frente de Enarsa.
En 2014, el país importó GNL a un promedio de US$ 15,54 por millón de BTU (la unidad de medida del gas), cuando se podía conseguir a US$ 10,5/ 10,6. Pagó casi un 50% en exceso.
Esto sucedió porque Enarsa se quiso garantizar la provisión para el invierno y accedió a abonar un “premio” a BP, para que le vendiera a Argentina y no a otros países. BP tiene 60% de Pan American Energy. Entre 2013 y 2015, hubo -como mínimo- unos 48 cargamentos de gas comprados a BP con valores que superaraban los precios de mercado. Enarsa accedió a realizar operaciones con BP a través de un estímulo adicional para asegurar contratos.
Para entender el “premio” hay que saber cómo se conforma el precio del gas líquido. Ese valor toma dos referencias claves: el importe del gas Henry Hub y, en menor medida, el valor del barril de crudo Brent.
“En general, se toma el precio del Henry Hub y se le aplica un adicional”, explica un experto. En 2017, el país importará GNL a US$ 5,62- 5,87, mientras que el Henry Hub está a US$ 3,1. Eso implica que al Hub (la referencia), se le aplicará un múltiplo menor a 2 para llegar al importe del GNL.
Eso no fue lo que pasó entre 2013 y 2015. En 2014, por ejemplo, el Henry Hub estaba a US$ 4,5, pero Argentina pagó el GNL a un promedio de US$ 15,54, aplicando un múltiplo de 3,5. En 2015, el Hub cotizó a US$ 2,6 y Enarsa pagó US$ 10,64. “Hubo una decisión de pagarle a BP entre US$ 10 y 12 por arriba del precio Hub”, detalla un experto. “Son claúsulas que se firman en esta clase de convenios comerciales. Visto en perspectiva, está claro que resultó oneroso, o que se podría haber pagado menos”, dice.
Como no existen datos oficiales sobre las importaciones hasta 2015, ya que el kirchnerismo nunca los hizo públicos, Clarín los reconstruyó en base a fuentes oficiales y privadas.
En noviembre de 2014, por ejemplo, el país le compró GNL a Trafigura por
US$ 10,6 el millón de BTU y a Shell, por US$ 10,5. Los precios internacionales ya estaban bajando. Pero Enarsa no pudo capitalizar ese ahorro porque estaba atada al acuerdo con BP.
El perjuicio al Estado por estas operaciones es difícil de probar. “Se pue- de suponer que Enarsa quiso garantizarse ese precio, que resultó más alto que el de mercado, por temor a que siguiera subiendo. Pero sucedió lo contrario. Evaluar lo que pasó a poste
riori es complicado”, razona uno de los consultores.