Cada vez más clubes de fútbol se animan a practicar hockey
River fue campeón el año pasado por primera vez en su historia. En esta temporada Racing se sumó a la tendencia.
Un deporte que plantó sus raíces a comienzos del siglo, y que soltó sus alas en un cielo que no tiene horizonte que lo frene. El 18 de marzo se inició una nueva aventura del tradicional torneo Metropolitano de Buenos Aires. Y con este comienzo, una realidad, que hace tiempo merodea el verde césped, se hizo tangible: son cada vez más los clubes de fútbol que incorporan en sus deportes amateurs
el hockey, y el reciente campeonato de River Plate confirma y justifica ese incremento.
Históricamente, el hockey y el rugby se asocian de manera inmediata y rápida: la mayoría de los clubes tradicionales de rugby, cuentan con mujeres que practican hockey, y si un hijo juega con la ovalada, la hermana usa el palo y la bocha. Clubes como San Fernando, Newman, Belgrano Athletic, SIC, CASI o Lomas lo demuestran. La historia de Argentina marca que el hockey fue uno de los mayores impulsores en la incorporación de las mujeres en el deporte. Y en ese aspecto, Ciudad, GEBA, Banco Provincia o St. Catherine's son algunos de los grandes responsables.
La revolución que generó el selec- cionado femenino a comienzos del año 2000, logró un fanatismo y una popularidad entre las mujeres que elevó el número de federadas en todo el país. Según datos registrados en 2011, son casi 100 mil los federados (varones y mujeres) en todo el país. Pero hoy la historia trasciende cual- quiera de los parámetros arcaicos que rigen el deporte argentino. ¿Por qué, entonces, son cada vez más los clubes de fútbol que incorporan hockey? Dirigentes, como el caso de Rubén Goldsmith, presidente del área de hockey de River Plate, entienden que si bien el fútbol es el principal ingreso económico del club, tener una vida social activa es tan importante como que la redonda entre en el arco. Y el hockey es un arma letal con la que cuenta cualquier club que quiere enriquecer sus deportes amateurs.
El ejemplo está a la vista, River Plate fue campeón (por primera vez) de la A del Metro en 2016, y en la F, la última categoría del campeonato, Racing Club, incorporó a su equipo de hockey femenino a partir de 2017. A excepción de Quilmes, que desde hace años, es una de las grandes potencias de hockey, tanto en varones como en mujeres cuando Luciana Aymar vestía su camiseta, los clubes de fútbol han ido ganando terreno, y los dos ejemplos de River y Racing, que marcan los extremos, de realidad por un lado, y proyección por el otro, son tan solo un modelo que justifica el patrón.
En el caso de las mujeres, ya son veinte los clubes de fútbol que militan en el Metropolitano: Además de River, Racing y Quilmes, aparecen, San Lorenzo, Banfield, Lanús, Vélez, Estudiantes y Gimnasia y Esgrima La Plata, Ferro, Huracán, Los Andes, Temperley, Platense, Nueva Chicago, Almirante Brown, UAI Urquiza, San Telmo, Tristán Suárez y hasta clubes del Federal B, como Camioneros. Para los varones, que sólo cuentan con dos divisiones (Ay B), el número se reduce a seis.
Un deporte que nació a comienzos de la década del XX, traído a Argentina para ser practicado por la clase alta, hoy es uno de los principales deportes más ejercidos, y los clubes de fútbol, los que logran pensar y dirigir su institución sin la pelota cegando las ideas, son los encargados de mantener al hockey argentino en lo más alto del podio mundial y seguir bañando de oro la historia, que para eso, claro, las Leonas y los Leones son expertos.