El piquete de Patricia y Olivos a las patadas
Corte y piquete
El lunes pasado, una cumbre reunió a importantes funcionarios del Gobierno nacional. El motivo del encuentro fue abordar la conflictiva situación de los cortes y piquetes que tanto perjuicio causa en los accesos y principales avenidas de la Ciudad de Buenos Aires y que llevaron al presidente Mauricio Macri a imponer a Horacio Rodríguez Larreta una pronta solución al asunto. La cita fue en la Jefatura de Gabinete y transcurrió en calma hasta que la ministra Patricia Bullrich puso un plan sobre la mesa: que su Ministerio de Seguridad se haga cargo de dispersar los piquetes de la Ciudad, como los más conflictivos que que se realizan sobre la Avenida 9 de Julio. Las caras de los vicejefes de Gabinete, Gustavo Lopetegui y Mario Quintana, se transformaron al imaginar a “La Piba” desembarcando con los gendarmes para correr del lugar a las agrupaciones de los curtidos dirigentes sociales Juan Carlos Alderete, Daniel Ménendez o a los recios muchachos del Movimiento Evita y la CTEP. La reunión en Gabinete finalizó con tonos amables, pero Lopetegui y Quintana se aflojaron sobre sus sillones cuando esa idea quedó ar-
chivada y la indicación de resolver ese asuntito de los piquetes siguió en la esfera del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Haya paz...
Al ángulo
Donde sí los funcionarios nacionales se relajaron y divirtieron fue en la Quinta Presidencial, en el habitual picado de los miércoles, donde se habla de política pero se da lugar a que la pelota ruede y a que se reparta alguna que otra patada sobre el verde césped de Olivos. Marcos Peña
llegó exultante pues ese día había dado su informe ante los Diputados; y lejos de estar cansado, arribó bromeando sobre un radical que juega siempre: “José pega tanto que lo amonestan antes de que empiece el partido”, bromeó el jefe de Gabinete sobre el radical que encabeza el poco activo “Plan Belgrano”. Cano y otro rústico como el secretario de Comunicación Pública, Jorge Grecco, bromeaban con el sobrenombre de otro que sacude duro y parejo: Diego César Santilli, vicejefe de Gobierno porteño, fue bautizado “el Colorado Raspa-Raspa”. Pero quien se ha transformado en la revelación es el habilidoso intendente de San Miguel, quien supo jugar en River y compartir camada con Almeyda y Burrito Ortega: Jaime Méndez sucedió en la poltrona municipal a Joaquín de la Torre y ahora participa en la Residencia de los picados, lo que le ha generado elogios del mismísimo Mauricio Macri: “Jaime, seguí metiendo goles así por cada gol, le peleás a Frigerio una obra para tu municipio”. Olé olé olé, Méndez, Méndez...
Elisa y Martín
¿Será cierto que Elisa María Avelina Carrió no le atiende el teléfono a Martín Lousteau? Dicen que la líder de la Coalición Cívica desdeñó, al menos, 15 intentos telefónicos del jefe de ECO y actual embajador argentino en los EE. UU. ¿Arderá Troya entre los viejos amigos? ¿Disparará Lilita algún dardo político contra el joven de los rulos quien analiza competir electoralmente y se mantiene en tensión política contra el PRO, Larreta y el mismísimo Mauricio Macri? Qué nervios…
Lejos de CFK
Saltando de Cambiemos al PJ, un intendenteK y un dirigente social recorrieron amigablemente un complejo de casas que forman parte de un plan federal y que, más allá de las promesas de la gestión de CFK, nunca se había inaugurado. En Moreno, el alcalde Walter Festa y el dirigente del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, caminaron entre las 200 casas de un proyecto que nunca se concluyó y la Nación y la provincia de Buenos Aires se lo dieron a Pérsico para que lo termine. El predio había sido tomado por grupos narcos que fueron alejados. Finalmente, el Evita retomó el proyecto desde una cooperativa. La recorrida también dio lugar a la charla política. Pérsico, más allá de haber estado cercade la gestión de la ex presidenta, dijo que “si se presenta como candidata, el Evita va a ir por afuera”. “Para nosotros, Cristina no va más”, dijo el dirigente delante de varios referentes barriales. La década perdida...