Pichetto, Pinedo y Sanz reflotaron la idea de un acuerdo de gobernabilidad
Coincidieron en que se podría avanzar tras las elecciones. Fue en una charla sobre los Pactos de la Moncloa.
Con el argumento de que sería una forma de volver al sistema del bipartidismo, la administración de Mauricio Macri ni bien asumió, y por más que no tenía mayorías parlamentarias, le bajó el pulgar a cualquier propuesta de un amplio acuerdo político entre oficialismo y oposición. Pero ayer la idea fue explorada, aunque de manera algo abstracta, en un encuentro en el que expusieron dos figuras centrales del oficialismo, el macrista Federico Pinedo, presidente provisional del Senado, y el radical Ernesto Sanz, además del líder de la mayoritaria bancada del FpV en la Cámara alta, Miguel Ángel Pichetto. Fue ayer a la tarde, en un colmado salón Azul del Senado, en una conferencia sobre "Los Pactos de la Moncloa" que ofreció el español Ramón Tamames, justamente un de los arquitectos de ese gran acuerdo político que el Gobierno, fuerzas parlamentarias, sindicatos y sectores empresarios firmaron en España en 1977.
Un dato a tener en cuenta: la vicepresidenta Gabriela Michetti, a cargo del Poder Ejecutivo por la gira de Mauricio Macri por el Lejano Oriente, siguió toda la charla desde la primera fila.
Otro dato clave: Pichetto y Sanz fueron en su momento los primeros en impulsar un pacto de ese tipo, aunque la iniciativa nunca llegó a concretarse. Michetti también había propuesto en algún momento un acuerdo interpartidario.
En su exposición de ayer, el radical arrancó su exposición con una pregunta. "¿Por qué la Argentina no tuvo Pactos de la Moncloa hasta ahora cuando llevamos más de tres décadas de democracia recuperada?". Sanz siguió con las preguntas: "¿Hay oportunidad hoy?". Y él mismo se contestó: "Estoy convencido de que sí".
Pero según el ex senador por Mendoza, un acuerdo de esas características debería enfocarse en los problemas estructurales y no en la coyuntura política del momento. Mencio- nó, por ejemplo, al déficit público, el rol del Estado, la pobreza, la desigualdad, la inserción de Argentina en el mundo, reformas laborales, previsionales y del sistema educativo.
Pichetto, organizador de la jornada, recordó al comienzo de su exposición que a "poco de andar" la administración macrista "surgía con nitidez un marco de fragilidad parlamentaria" del oficialismo y que entendió era el momento oportuno para un acuerdo político con "temas muy sensibles como empleo, el crecimiento y la seguridad pública". Pero su idea no prendió en el Gobierno.
"Hay cuestiones que nos obligan", siguió Pichetto, "a dejar de lado visiones pequeñas y mezquinas y a pensar en el país. El único debate que funciona en la Argentina es el debate del pasado y la Argentina necesita debatir el presente y el futuro, cómo salimos, cómo crecemos". Y terminó: El de la Moncloa fue un acuerdo de la política española. Me parece que Argentina debería intentarlo".
El cierre estuvo a cargo de Federico Pinedo, presidente provisional del Senado. El macrista fue el más abstracto de los tres pero planteó que una discusión de este tipo es "un desafío que tenemos para después de la elección" de octubre. Para Pinedo, "se necesita imperiosamente dar señales de que Argentina no va a seguir cayendo en crisis terminales que le quitan al pueblo toda posibilidad de progreso y proyección".