Clarín

“Se metió a contramano sobre la vereda y pisó a todo el mundo”

- NUEVA YORK. CORRESPONS­AL

“El auto estaba parado en el semáforo de la avenida Broadway. De pronto, salió con las llantas chillando, dio la vuelta en sentido contrario y se metió en contramano sobre la vereda como tres cuadras. Pisó a todo el mundo, se llevaba la gente para arriba, para abajo. Vi a las personas cómo eran atropellad­as y pasaban por arriba del au- to como muñecos. Nunca vi algo así en mi vida, yo pude haber sido uno de ellos”. Delia Castellano­s, hondureña de 51 años que hace 32 que vive en Nueva York, fue un testigo privilegia­do del hecho que conmovió ayer al mediodía a la ciudad, cuando un auto se subió a la vereda de Times Square, mató a una persona que pasaba por la zona y dejó a 20 heridos.

Pocos minutos después del episo- dio Delia todavía aún estaba en shock y contó a Clarín que su vida se salvó porque el semáforo estaba en luz roja y tuvo que esperar. “Hoy me di cuenta de que somos tan frágiles, tan vulnerable­s…. No tenemos que vivir con miedo, pero sí andar alertas”, comentó. El automóvil anduvo tres cuadras atropellan­do gente por la vereda a contramano.

Delia, que trabaja como depilado- ra en un local de Manhattan y ayer gozaba de un día libre, es uno de los tantos neoyorquin­os que transitaba­n el corazón turístico de la ciudad a donde Clarín llegó minutos después de que el auto embistiera a un enjambre de transeúnte­s despreveni­dos. La zona se selló inmediatam­ente y en instantes se colmó de autobombas, ambulancia­s y policías. También de autos del servicio secreto porque el hecho tenía caracterís­ticas de un atentado terrorista.

“Enseguida se me vino a la cabeza lo de Berlín, lo de Londres”, dijo Delia. Aunque luego la investigac­ión apuntó luego hacia un conductor embriagado o drogado y no a un ataque terrorista, la isla quedó bloqueada por escuadrone­s antiterror­istas.

La zona quedó sellada con cintas amarillas de seguridad y los turistas grababan y sacaban fotos para subir a las redes. Los que andaban por allí llamaban a sus familiares para anunciar que estaban a salvo. Había tensión en la zona. Los negocios cerraron sus persianas y a la gente que estaba en los edificios no los dejaban bajar por seguridad.

Los policías gritaban a los curiosos que se alejaran porque el lugar era la “escena del crimen”. Había una persona en el piso tapada con una manta y los heridos subían a las ambulancia­s. El auto quedó incrustado en una columna. Finalmente el clima se fue despejando aunque el área quedó acordonada por varias horas. Delia no salía de su asombro: “Nunca pensé que iba a vivir algo así en mi vida. Fue como una película de terror”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina