Los iraníes votan hoy entre seguir la apertura o volver al aislamiento
La República Teocrática de Irán celebrará hoy unas disputadas elecciones presidenciales que pueden determinar la continuidad del moderado Hasan Rohani, que hasta ahora buscó un acercamiento a Occidente, o el regreso al poder de sectores más conservadores.
La elección se vislumbra clave tanto a nivel local como también globalmente por el papel estratégico del régimen persa como potencia regional. Los expertos estiman que el índice de participación en los comicios puede ser decisivo. Cuanto menor sea la abstención, mayores serán las chances de los candidatos reformistas.
Si ninguno de los cuatro postulantes a la presidencia alcanza el 50% más un sufragio, los dos más votados irán a una segunda vuelta que se realizará el 26 de este mes.
Dos son los candidatos principales. Rohani, el actual jefe del gobierno, encabeza los sondeos de opinión con un 27 por ciento de intención de voto, cuatro puntos más que el ultraconservador, Ebrahim Raisi, ex fiscal general que hoy dirige un organismo de protección de patrimonio religioso. Además de la presidencia, los 55 millones de votantes iraníes eligen a sus representantes municipales.
Rohani ha concitado la aprobación internacional por haber sacado al país de su aislamiento al firmar en 2015 el acuerdo nuclear por el cual Irán alcanzó el parcial levantamiento de las sanciones económicas que lo sofocaban, a cambio de frenar su programa de enriquecimiento de uranio. A ese hecho, Rohani suma el control de la inflación, que bajó de un 40% anual a 12% a lo largo de su mandato.
Sin embargo, muchos iraníes dicen no percibir los beneficios de estas reformas: el desempleo creció hasta un 13% durante su gobierno, llegando a 30% entre los jóvenes. Este descontento alimenta al voto de su rival Raisi, que cuestiona las políticas del actual presidente y afirma que perjudi- caron la marcha de la economía.
Al margen de su trascendencia local, los comicios también tienen impacto global, entre otras razones, por el apoyo iraní al gobierno chiíta en Irak y en la ensangrentada Siria.
La dirección que tomen esos aspectos de la política exterior iraní será determinada por la persona que tome las riendas de la nación, actor cla- ve en Medio Oriente, donde la política interna y externa son una constante lucha entre conservadores y reformistas moderados.
El Gobierno de Estados Unidos aprobó anteayer una prórroga al levantamiento de sanciones a Irán relacionadas con el acuerdo nuclear, a pesar de las severas críticas del presidente Donald Trump.