Vida y obra de un fenómeno que no para de crecer
Una combinación de talento y perseverancia que nació en Halifax hace 26 años y hoy ocupa la cima de todos los charts.
El Estadio único de la Plata tiene capacidad para unas 53 mil personas . Mañana, estará colmado de fans de Ed Sheeran, el cantante y compositor inglés que rompe corazones y los reconstruye en una misma canción.
Con 26 años, será la segunda vez para el pelirrojo de look relajado y poco atlético en estas tierras. En abril del 2015, ofreció dos conciertos en el Luna Park. Es decir, que en dos años, los seguidores locales del joven, se- gún los álbumes matemáticos, aumentaron exponencialmente, y sus números a nivel planetario se dispararon de manera extraordinaria. A tal punto que con su flamante álbum,
Divide, instaló nueve de sus tracks en el Top 10 británico, pulverizó los récords de reproducciones en Spotify, YouTube y cuanta plataforma digital a uno se le ocurra nombrar, y plantó bandera de artista del momento en el mapa del pop universal.
Ed no salió de un reality televisivo, pero sí se hizo famoso gracias a Internet. A primera vista, es simplemente un buen chico con su guitarra, una loopera y muchos sentimientos. O eso sostienen sus incondicionales. Su “humildad” y voz serena parecen ser las claves de su éxito, tanto en su vida como sobre el escenario, y en las redes sociales. Hace poco se viralizó un video en el que una madre le pone a su bebé un poco de Ed Sheeran para que deje de llorar. Y funciona. En especial, con el tema Shape Of You. Sheeran es un amor, un osito para tener en la mesita de luz. De hecho, uno de sus apodos cuando era chico era Teddy, y por ese motivo se tatuó un
Teddy bear en el brazo. Simplemente adorable.
Como varios artistas que luego saborearon las mieles del éxito (Katy Perry, Jessica Simpson o los Jonas Brothers), Ed comenzó a cantar en la iglesia. A los cuatro años ya era parte del coro y al poco tiempo aprendió a tocar la guitarra. No tardó en hacer sus propias canciones. Sus padres, John e Imogene siempre tuvieron el arte muy presente en la educación de Ed y de su hermano Matthew. Su papá trabajó como profesor de arte y conservador en museos, mientras que su mamá es una publicista de cultura y diseñadora de joyas. En cuanto a su hermano, pelirrojo como él, es compositor de música clásica, con título universitario.
Para Ed, el camino fue otro. A los 16 años, el ídolo dejó la secundaria en Framlingham, pequeña localidad del condado de Suffolk, para mudarse a Londres y perseguir su sueño. Antes de eso, ya había comenzado a grabar algunos temas, y publicó un EP de forma independiente, bajo el nombre The Orange Room. También conoció al cantante Passenger, y dio junto a él
algunos conciertos en Cambridge.
En Londres, Sheeran vivía de prestado, durmiendo en los sillones de amigos porque no le alcanzaba para el alquiler. Allí se fijó una meta: batir el récord de Jim Morrison. El objetivo era dar más de 200 conciertos en un año. No solo lo consiguió, sino que en 2009 el cantante se presentó 312 veces, y vendía sus CD’s desde su camioneta luego de los shows.
También con intenciones de actuar, se presentó en el casting de Bri
tannia High, una serie adolescente. Pero no quedó, y se decidió por la música. Acompañó a varias bandas, teloneó a otras, y en 2010 publicó un videoclip de su tema You Need Me, I
Don’t Need You en la plataforma SBTV, y comenzó a hacerse su lugar dentro de la escena londinense.
El paso siguiente fue un viaje por un mes a Los Ángeles, donde sin contactos previos empezó a presentarse gratis, en bares. Alguien cercano al actor Jamie Foxx lo vio, y en su paso por el programa radial The Foxxhole encantó al actor. que le dio alojamiento en su casa de Hollywood, con estudio de grabación incluido.
Con sus primeros trabajos Ed comenzó a ganar popularidad en todo el mundo. Por entonces, muchos lo confundían con Rupert Grint, el actor que encarna a Ron Weasley en la saga Harry Potter y le pedían selfies equivocadas. Ambos decidieron reírse de esto y filmaron juntos el videoclip del tema Lego House. Ahora, las fotos equivocadas se las piden a Grint.
Su estilo folk-urbano (mezcla con hip hop y rap) se viralizó gracias a sus primeros videoclips. En 2011, sin contrato a la vista, el cantante lanzó el EP
No. 5 Collaborations Project junto a otros cantantes. El resultado fue el segundo puesto en descargas, en Itunes. La hazaña llamó la atención de Elton John, que se volvió su padrino musical y lo contactó con Atlantic Records. Su show festejo desbordó el lugar que había elegido, y debió repetirlos. Así se resume un poco la historia de sus inicios: una de esas que se nutren de talento, esfuerzo y una permanente vocación por “no traicionarse”, cosa que sus fanáticos aman.
En 2011 lanzó su disco +, en 2014, x, y este año, ÷, con el que no hizo sino ratificar su condición de artista esencial en el podio de figuras del pop actual. Mientras eso sucedía, fue telo- nero y colaborador autoral de Taylor Swift, escribió Love Yourself para Justin Bieber, y varios temas para One Direction, como Little Things y Over
Again y tuvo varias novias que le dieron materia prima para componer. Además, copó los primeros lugares de todos los rankings, en 2016 ganó dos premios Grammy (por Thinking
Out Loud como canción del año, y por sus presentaciones en vivo) y superó los 20 millones de discos vendidos con sus dos primeros títulos.
“Empezamos con la suma, y luego multiplicamos. Se empieza con pequeños conciertos, luego se pasa a lu- gares más grandes y terminás tocando en estadios; de vender 10 mil discos pasás a vender 100 mil; de las presentaciones acústicas saltás a las que produce Pharrell Williams”, dijo Sheeran en la presentación de Divi
de, su actual fórmula para romper récords.
¿Su idea de la felicidad? “Estar rodeado de la familia, y de amigos verdaderos. Si te empezás a deprimir, fijate de quienes te estás rodeando. Hacer ejercicio para sentirse bien, y comer lo que se te antoje”. Que para hablar de números y marcas históricas ya estamos nosotros.