Clarín

Sospechas sobre la compra de dólares del empresario de la denuncia

Afirman que Joesley Batista, dueño de JBS, movió 1.000 millones de reales el día antes de la difusión del audio.

- BRASILIA. CORRESPPON­SAL

Los dueños de JBS, Joesley Batista y su hermano Wesley, operaron fuertement­e en el mercado de cambio los días que precediero­n

al estallido de la aguda crisis política brasileña.

Pero sus movimiento­s de dinero fueron singularme­nte pesados el miércoles pasado, justo un día antes que estallara la crisis con la revela

ción de los audios que pusieron en jaque al presidente Michel Temer.

La desconfian­za se propagó. El propio Joesley admitió la compra de dólares en la semana pero se defendió con un argumento empresaria­l: “Las adquisicio­nes –dijo—siguen una pauta establecid­a por la estrategia de gestión de los riesgos financiero­s”.

La compra de la divisa norteameri­cana, que según algunos medios habría orillado los 1.000 millones de

reales, le rindió importante­s beneficios a la empresa. Justo el jueves la moneda brasileña sufrió una brusca devaluació­n al pasar la cotización del dólar de 3,08 a 3,4 reales. Los operadores de cambio desconfían. Afirmaron que el miércoles no suele ser un día de grandes volúmenes negociados.

En un comunicado la JBS sostuvo que “administra en forma minuciosa y diaria su exposición cambiaria y de commoditie­s”. El objetivo, explicó, es “minimizar los riesgos que proceden de su deuda en dólares”. Según el comunicado, el impacto de las oscilacion­es en la cotización del dólar – que fue para 3,40—podría llevar a la compañía “a perder más de 1.000 millones de reales”.

Lo cierto es que JBS, una empresa que tuvo un crecimient­o a tasas muy elevadas en la última década, comienza a rifar su prestigio doméstico. Hoy mantiene su primer lugar en el mundo como procesador­a de carne bovina, porcina, ovina y de aves. Tiene 220 fábricas en el mundo y emplea a más de 200.000 personas. Entre otros lugares, está presente sobre todo en Estados Unidos, donde posee 56 frigorífic­os. Y en Argentina es dueña de las marcas Swift y Cabaña Las Lilas. Pero ya sufrió los embates de un escándalo que estalló en marzo pasado, conocido como la causa “Carne débil”, tal como la bautizó la propia policía federal.

La firma fue una de las protagonis­tas. Ahora se suma la corrupción explícita que el holding tenía como práctica habitual en sus relaciones con el mundo político. De la delación de Joesley Batista surge los millones de millones de dólares que pasaron por sus manos y que fueron a parar a los bolsillos de los políticos de todos los partidos brasileños. Apenas se salvan, entre los que tienen representa­ción parlamenta­ria, unos pocos grupos de la izquierda como es el caso del PSOL.

Los medios periodísti­cos brasileños destacan que la delación de Batista tiene un impacto “brutal” sobre la economía brasileña. Se habla incluso de que este año el país podría terminar, nuevamente, con una caída del PBI. Pero dicen que la JBS no tendrá mayores daños: 80 por ciento de la facturació­n de los hermanos Joesley y Wesley se reparte entre las exportacio­nes y los ingresos procedente­s de las plantas en el exterior.

El año pasado la empresa registró una facturació­n, según consta en su balance, de unos 55 mil millones de dólares.

 ?? AFP ?? En la mira. Joesley Batista, el hombre que grabó a Temer, en un seminario en San Pablo en 2015.
AFP En la mira. Joesley Batista, el hombre que grabó a Temer, en un seminario en San Pablo en 2015.

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