Recepción con honores y un millonario acuerdo militar en Riad
En la primera escala de su primer viaje al exterior como presidente de Estados Unidos, Donald Trump aterrizó ayer en la capital de Arabia Saudita en busca de alianzas fuertes para combatir el terrorismo, mientras trata de dejar atrás las múltiples controversias que asedian a su gobierno.
Tras ser recibido en el aeropuerto de Riad por el rey Salman, Trump, acompañado por su esposa Melania, se dirigió a la corte para mantener una reunión oficial con el monarca. Allí se le concedió la principal distinción del país, la Medalla Abdel Aziz, por sus esfuerzos para mejorar las relaciones bilaterales y difundir la paz y la estabilidad en el mundo, informó la casa real saudita.
Horas después se anunció la firma de acuerdos millonarios. “El presidente y el secretario de Estado (Rex) Tillerson asistirán a una ceremonia de firma de cerca de 110.000 millones de dólares” de acuerdos militares, dijo una fuente de la Casa Blanca.
“Este conjunto de material de defensa y de servicios garantiza la seguridad a largo plazo de Arabia Saudita y de la región del Golfo ante las amenazas de Irán”, explicó. También refuerza “la capacidad” del reino saudí “en sus operaciones contraterro- ristas en la región, lo que reduce la carga de Estados Unidos en la conducción de dichas operaciones”, agregó el funcionario.
El acuerdo prevé que en un plazo de diez años Arabia Saudita compre a EE.UU. armas por un total de unos
350.000 millones de dólares, por lo que se trataría de uno de los acuerdos armamentísticos más grandes jamás pactados entre los dos países.
Trump es el único presidente estadounidense que ha elegido a Arabia Saudita, o a cualquier país mayoritariamente musulmán, como su primera parada en un viaje al extranjero, una opción pensada en parte para mostrar respeto a la región luego de que Trump lanzara una dura retórica antimusulmana durante la campaña presidencial.
La visita inicia un ambicioso debut internacional para Trump. Después de dos días de reuniones en Riad, viajará a Israel, tendrá una audiencia con el Papa Francisco en el Vaticano y se reunirá con sus aliados en una cumbre de la OTAN en Bruselas y el Grupo de las 7 potencias en Sicilia.
Momentos después de su llegada a Riad, Trump tuiteó: “Genial estar en Riad, Arabia Saudita. Deseoso de lo que viene por la tarde y la noche”.
La llegada con gran pompa de Trump a Riad contrastó con el recibimiento glacial que recibió hace un año el entonces presidente Barack Obama, criticado por su acercamiento a Irán, rival de Arabia Saudita.
Esta visita es la primera etapa de una gira en la que Trump irá a Jerusalén, Belén, Roma, Bruselas y Sicilia. Funcionarios de la Casa Blanca esperan que esta gira sea una oportunidad para que el magnate pueda recomponerse luego de una semana de escándalos por el Rusiagate.