Florencia Santoni “Me encanta el aula, hago prácticas, aprendo y me pagan”
“El gran desafío es el control del grupo, conseguir que los chicos te escuchen, que aprendan, enseñar a pesar de las diferencias que tienen los chicos, lograr que te presten atención, que se lleven bien, que no se distraigan, que no se den piñas en el patio, que uno no discrimine al otro. Todas cosas que pasan en la escuela”, dice Florencia Santoni (32), estudiante del profesorado en la escuela Normal 10.
Florencia está terminando la carrera y optó por realizar el programa “Estímulo a la Formación Docente” del Ministerio de Educación porteño, que permite realizar prácticas en escuelas como auxiliar. Son rentadas y duran cuatro meses.
“Es mucho mejor que una residencia, donde vas solo un mes como observadora y las clases son ficticias, porque en realidad estás dando clases para que te apruebe tu profesor y no para que aprendan los chicos”, dice Florencia, que este cuatrimestre le tocó dar clases en cuarto grado de una escuela prima- ria del barrio de Belgrano.
El estudiante del programa de estímulo a la formación siempre está acompañado por el maestro titular, que es el responsable civil del grado. “Antes me daba miedo entrar al aula, ponerme al frente de 25 chicos. Eso no se enseña en una carrera, se
practica”, dice Florencia. La estudiante cuenta que se ano- tó en el profesorado después de ser madre de dos hijos. “Me inscribí pa
ra ser mejor mamá. Me gusta ayudar. A mí me encanta el aula y creo en la educación como proyecto a futuro para la sociedad. Es increíble lo que influye un maestro en los chicos. Hay que tomar conciencia de esto. Lo que más se necesita es que sean buenas personas”.