En la Argentina dicen que no hay casos registrados
Afirman que es un cáncer rarísimo y los casos son mínimos en relación a la cantidad de prótesis colocadas.
Cuando la FDA informó sobre las nueve muertes en EE.UU. y lanzó un alerta sobre la relación de los implantes con un raro tipo de cáncer (linfoma anaplástico en grandes clélulas),
Clarín consultó a varios especialistas argentinos. Todos acordaron en que las alertas de la FDA hay que tomarlas en serio pero que aquí en Argentina no hay ningún caso de este tipo registrado. Explicaron que aquí los implantes rugosos son los más comunes y que no hay que entrar en pánico porque la FDA no prohibió estas cirugías sino que las está revisando y que aún no se sabe si esas nue- ve mujeres que murieron no tenían otras enfermedades de base. La recomendación también es unánime: las cirugías deben realizarse con cirujanos y prótesis certificadas.
Martín Darraidou es mastólogo y miembro del Instituto Nacional del Cáncer: “El 70% de las reconstrucciones que se hacen en el país son con prótesis texturadas, y no hay ningún caso publicado de mujeres que hayan desarrollado este linfoma. Es muy prematuro tomar decisiones porque la cantidad de mujeres que tienen prótesis en todo el mundo es enorme y los casos registrados son muy bajos”.
El oncólogo Alejandro Turek explicó aquello de que en medicina para que algo termine de ser certero hay que tener todos los datos, y lo dice porque aún no se sabe si las nueve muertas no tenían enfermedades preexistentes. También dijo que en Argentina los implantes son muy fre- cuentes, que la mayoría de las prótesis son importadas y que es fundamental que estén certificadas, como los cirujanos. Y que se debe analizar cada caso porque una prótesis es un cuerpo extraño en el organismo.
Sergio Korzin, de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER), aseguró que son muy pocos casos en relación a la enorme cantidad de cirugías que se han hecho en el mundo, que es un cáncer rarísimo, pero que igual se están evaluando los riesgos y que están muy atentos a la aparición de casos. Explicó que en la SACPER una comisión estudia el tema, que en Argentina no hay casos, que se usan las prótesis texturadas porque son las más modernas y no se ponen duras. Advirtió que en Argentina no hay ley
que regule la actividad y que son las pacientes las que deben estar seguras de que el cirujano y la prótesis estén certificados.