Volvió el tren a Mar del Plata pero tarda más que hace 60 años
Ayer se realizó el viaje inaugural y en las 12 localidades donde tiene parada los vecinos se acercaron a saludarlo. El servicio cuesta la mitad que un micro, pero tarda 6 horas y 45 minutos.
Hubo festejos de los vecinos en las 12 localidades donde hace paradas. El servicio parte de Constitución, tiene vagón comedor, aire acondicionado y hasta una biblioteca, pero tarda casi 7 horas, dos más que en la década del 50.
El tren disminuye la velocidad, el maquinista Franco Laspina (34) toca la bocina tres veces antes de llegar a Savigné –entre Castelli y Dolores- y los vecinos lo reciben con banderas argentinas y aplausos. Buena parte del pueblo se reunió en la estación para comprobar que era cierto, que el tren volvía a pasar después de dos años. Con boletos más baratos que el micro, pero demorando dos horas más que hace 60 años, desde ayer el tren volvió a unir Capital y Mar del Plata. A las 8.45 se empezó a mover la locomotora con 12 vagones en los que podrá a transportar a 559 personas. El de ayer fue el viaje inaugural protocolar, en el que viajaron Guillermo Dietrich, ministro de Transporte nacional, y la gobernadora María Eugenia Vidal, quien sólo se subió en el último trayecto, de Vivoratá hasta Mar del Plata. Anoche hizo el primer viaje con pasajeros.
La formación -que compró en China la gestión kirchnerista, pero que
nunca fue inaugurado- es de última
generación. La más actualizada tecnológicamente del país. Casi no se escuchan ruidos, se mueve poco y el espacio entre asientos es mayor al de
la clase turista de un avión. Tiene aire acondicionado, baños en cada coche y un salón comedor con doce mesas en las que se puede comer un árabe de jamón y queso a $ 35, un pebete de milanesa o una pizza a $ 50. El pasaje no incluye desayuno ni comidas.
Hay también una biblioteca que cuenta con 250 libros. Resalta Gay Talese y su “Honrarás a tu padre”, clásicos para un viaje como los de Agatha Christie, políticos como “Los años de Onganía” y hasta de comidas y viajes. Funciona con libros que fueron donados por empresas y esperan que los pasajeros también dejen el suyo. La gente podrá tomarlos sin tener que abonar ni dejar nada y confían en que luego sean devueltos.
El tren tendrá frecuencia diaria. Hasta el 13 de julio, habrá una promoción de lunes a jueves de $ 200 en primera y $ 240 en pullman; mientras que de viernes a domingos y en vacaciones de invierno costará $ 450 y $ 540. En algunos casos cuesta menos
de la mitad que un micro (promedia los $ 600), pero se tarda más. Lejos queda la frase de los años ‘50 con la que se promocionaba “El marplatense” en Sucesos Argentinos, aquella de que tardaba “cuatro horas y un po
quito”. En esta etapa aseguran que demora 6 horas y 45 minutos (aunque ayer lo hizo en ocho horas por las paradas protocolares). Hay zonas en
las que el tren debe ir a 12 km/h. Ocurre por ejemplo en el puente que cruza el río Salado, aquel que se inundaba y obligó a que la formación dejara de funcionar en 2015 y que podría volver a hacerlo si una lluvia intensa
vuelve a caer en la zona. Va tan lento en ese tramo que cualquier desprevenido podría pensar que está llegando a una estación. Tanto, que un hombre que corría por el paso peatonal iba más rápido que el tren. Donde el trayecto está en mejores condiciones, alcanzará los 100 km/h. La formación podría llegar a 140 km/h, pero por las condiciones del camino no lo hace: sería como acelerar una Ferrari en una calle empedrada.
“Nos encontramos con una situación desastrosa sobre las vías y los durmientes. Tuvimos que cambiar casi todo y nos llevó tiempo. Hoy es un día histórico. Queremos que Mar del Plata sea un destino que se pueda visitar todos los días del año”, afirmó Dietrich en el vagón 501, donde ayer viajaron los periodistas. El funcionario contó que se siguen haciendo obras y que concluirán dentro de
dos años, lo que mejorará el funcionamiento: “La idea es tratar de redu
cirle una hora. Es decir completar el trayecto en 5 horas 45 minutos”.
El regreso del tren era muy esperado por las localidades por las que cruza. Mónica del Carmen, por ejemplo, lloraba emocionada con una bandera celeste y blanca colgada de su cuello: “Ya la llamé a mi hija y le avisé que voy a ir a visitarla más seguido a Capital”, contó la vecina de General Guido. Lo mismo ocurría en Lezama, Las Armas, General Pirán o Dolores.
La formación no tiene pantallas para ver películas, pero es posible conectarse con el celular a una Intranet con 45 filmes. “Funciona igual que Netflix, la idea es llegar a las 15.000 películas”, explicaban personal del tren. Sí tendrán un problema importante aquellos que sufran descarga de batería rápida: sólo hay un enchu
fe por coche. Para solucionarlo, en el salón comedor ofrecen un cargador portátil presentando el DNI.
Los últimos 200 kilómetros el tren corre a la par de la ruta 2. Asomados por las ventanillas algunos saludaban, hacían luces y le pedían al maquinista que toque la bocina. En la locomotora eran tres los encargados: “Este tren es más cómodo que el anterior, tiene un tablero más actualizado y nuevas tecnologías en los frenos. Manejar esta formación para mi es
un orgullo”, decía Franco Lespina, acompañado por Ruben Veiga y Lucas Sordo. Los tres estuvieron casi dos años sin manejar, esperando que el tren echara otra vez a andar.