Murió George Romero
Si los zombis pudieran manifestar emociones, estarían llorando: su padre, George Andrew Romero, murió ayer a los 77 años, luego de “una breve pero agresiva batalla contra el cáncer de pulmón”, según declaró al diario Los Angeles
Times su socio, Peter Grunwald. El cineasta murió rodeado por su esposa, Suzanee Desrocher Romero, y su hija, Tina Romero, mientras escuchaba la banda de sonido de una de sus películas favoritas, El hombre quieto, de John Ford.
Nacido en 1940 en el Bronx, en el seno de una familia de clase media descendiente de cubanos y lituanos, ya de chico filmaba películas en el formato de ocho milímetros. Después de terminar, en 1960, sus estudios de artes en la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh, se dedicó a filmar cortometrajes y programas de televisión. Fundó una productora publicitaria con sus amigos John Russo y Russell Streiner, pero pronto se cansaron de los avisos y, en 1968, decidieron producir una película de terror. Así nació -
inspirada enla novela Soy leyenda, de Richard Matheson-, La noche de los muertos vivos, piedra basal del subgénero zombi.
Ese filme hizo escuela: le mostró a toda una generación de directores, como John Carpenter o Tobe Hooper, que para asustar no hacía falta un gran presupuesto. “Es un poco apocalíptica”, decía sobre su opera prima. “Pero no es de ciencia-ficción, sino más bien política. Habla sobre el futuro y muestra el fracaso del hombre. En términos generales, es de terror. Las que hice después casi fueron sátiras”. La saga siguió con El ama
necer de los muertos (1978), El día de los muertos (1985), Tierra de los muertos (2005), El diario de los muertos (2007) y La reencarnación de los muertos (2009).