El “Rusiagate” complica más al hijo del presidente
El “Rusiagate” complica cada día más a la administración de Donald Trump. Ayer se supo que hubo un octavo participante en la reunión de 2016 en la cual el hijo del magnate, Donald Trump Jr., intentó obtener información del Kremlin para perjudicara a la entonces candidata demócrata Hillary Clinton.
Se trata de Ike Kaveladze, vicepresidente de la inmobiliaria rusa Crocus Group con sede en Estados Unidos, según revelaron varios medios estadounidenses y confirmó Scott Balber, abogado del hijo del presidente y ahora también de Kaveladze.
Crocus Group es dirigida por el arzobispo azerbaiyano-ruso Aras Agalarov. Este multimillonario empresario, como su hijo Emin Agalarov (cantante pop), tienen estrechos vínculos con Trump. Ambos son productores de Miss Universo, propiedad de los Trump. Balber aseguró haber recibido una llamada del fiscal especial para la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones, Robert Mueller, en la que le solicitó la identidad del representante de Agalarov, es decir, Kaveladze. Esta llamada es el primer indicio de que el equipo de Mueller está investigando la reunión que saltó a la luz la semana pasada.
Trump Jr. acordó reunirse con la abogada rusa Natalia Veselnitskaya con la promesa de que ésta le proporcionara información comprometedora contra Hillary, como parte de los esfuerzos del Kremlin para ayudar a la campaña presidencial de su padre.
A ese encuentro también asistieron, además de Trump Jr. y Veselnitskaya, el traductor Anatoli Samochornov; Jared Kushner, el yerno del presidente; Paul Manafort, jefe de la campaña presidencial; Rinat Akhmetshin, un lobista ruso, y el publicista británico Rob Goldstone.