Misterio en Seúl: reaparece en la TV de Pyongyang una desertora de Corea del Norte
Luego de tres años de fama en Corea del Sur, regresó a Norcorea. “Mi vida era un infierno”, dijo en un video.
Lim Ji-hyun, una conocida desertora norcoreana de 26 años que aparecía regularmente en la televisión del Sur, ha retornado a su país en desco
nocidas circunstancias según muestra un video publicado ayer desde Pyongyang, la capital norcoreana. En la entrevista, Lim reniega entre lágrimas su vida en Seúl y agradece la “segunda oportunidad” que el régimen de Kim le otorgó para regresar.
“Creemos que es ella (Lim Ji-hyun) y estamos investigando cómo pudo regresar al Norte”, informó ayer a EFE una portavoz del Ministerio de Unificación surcoreano, quien aseguró la participación del Servicio Nacional de Inteligencia en las pesquisas. Por su parte, la Policía Metropolitana de Seúl ha explicado que se investiga si la mujer retornó voluntariamente o si fue parte de una operación mayor en la que fue secuestrada por agentes norcoreanos. Las investigaciones se centran, por ahora, en extensos interrogatorios a conocidos de Lim y en análisis de sus últimos movimientos telefónicos y bancarios, según detalló un portavoz de la policía a la agencia surcoreana Yohap.
Hasta el momento se desconoce cómo la desertora cruzó la frontera hacia Norcorea y terminó en manos de la maquinaria propagandística del régimen de Kim. El video, subido a la plataforma medial Uriminzokkiri, ligada al gobierno norcoreano, muestra a Lim siendo entrevistada por una mujer junto a Kim Man-bok, otro desertor que retornó tras vivir en el Sur. La desertora asegura que cada día de su vida en el Sur “fue un infierno” y que llegó ahí atraída por la falsa promesa de que “comería bien y ganaría mucho dinero”. Igualmente, Lim se defendió ante las cámaras norcoreanas y dijo que sus críticas al régimen de Kim durante sus apariciones televisivas en el Sur no fueron por voluntad propia, sino porque los responsables de los programas le dijeron que tenía que hacerlo. La mujer participó de varios programas de citas y contaba con una página de internet con miles de fanáticos a lo largo de Corea del Sur.
Ante la falta de libertad de prensa existente en el Norte resulta imposible confirmar si la entrevista es genuina o si la mujer − quien vive ahora de nuevo con sus padres, a unos 60 kilómetros al norte de Pyongyang− ha sido coaccionada para hablar así.
Más de 30 mil norcoreanos han intentado emigrar hacia el Sur tras la extensa hambruna sufrida a fines de los años 90. La mayoría atraviesa hacia China, en la frontera norte, para luego cruzar el Mar Amarillo hasta las costas surcoreanas. Tras un intenso chequeo de antecedentes, los norcoreanos desertores inician un programa de inserción que dura varios meses, de manera que la transición − desde una sociedad altamente totalitaria a otra competitiva, tecnologizada y capitalista− sea exitosa. Pocos de ellos triunfan en el proceso, dada la desigualdad educacional entre los dos régimenes, la discriminación y el shock cultural.
Sin embargo, desde la llegada al poder de Kim Jong-un en 2012, un total de 25 desertores han retornado a su país según datos del Ministerio surcoreano de Unificación. Para el régimen, el regreso de los prófugos es un instrumento de alto valor propagandístico. Los testimonios de los desertores se distribuyen a través de los medios estatales y alaban, tras haber vivido en el sur de la frontera, el estilo de vida provisto por el régimen de Kim.
El sorpresivo video aparece sólo dos días después de que el presidente surcoreano Moon Jae-in ofreciera reabrir las negociaciones a su par del Norte, en un esfuerzo por aliviar las tensiones tras el lanzamiento de un misil intercontinental por parte de Pyongyang. Hasta el momento, Norcorea no ha emitido respuesta.