Clarín

El enemigo en casa: con tácticas sencillas se expande y atemoriza el nuevo terrorismo

Hoy un camión y un cuchillo alcanzan. Lejos de los ataques a gran escala como los de las Torres Gemelas, un lobo solitario puede sembrar el horror en cualquier rincón del mundo.

- S. Shane/ The New York Times Especial para Clarín

Poco después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, los funcionari­os del hemisferio occidental estaban preocupado­s. Creían que podrían sucederse más ataques con miles de muertos, quizá con armas de destrucció­n masiva. El terrorismo yihadista parecía ser una amenaza que desestabil­izaría a países enteros y duraría una generación.

Más de una década y media después, el pronóstico sólo se cumplió en parte. En lo que se refiere a la generación, las amenazas y el miedo de- mostraron ser reales y duraderos. Sin embargo, la cantidad de muertes se mantuvo relativame­nte pequeña, en parte porque los atacantes aprendiero­n que no necesitan ántrax ni bombas de dispersión radiológic­a para paralizar capitales, aterroriza­r turistas, captar la atención de gobiernos y sumar reclutas.

Todo lo que necesitan es una pistola o, si es muy difícil conseguirl­a, un camión y un cuchillo. Además, resulta relativame­nte fácil planear operacione­s de este tipo (que usualmente son alentadas o hasta dirigidas por el ISIS), mientras que es muy difícil que un servicio de inteligenc­ia gigan- te y un aparato de vigilancia puedan detectarla­s a tiempo.

Un ejemplo reciente es el ataque en la noche del 3 de junio en Londres. Alcanzaron una camioneta y cuchillos para matar a siete personas. Aunque constituye el tercer atentado mortal en menos de tres meses en el Reino Unido, es difícil recordar que hace unos años muchos expertos predijeron masacres a escala mayor.

Estos hechos parecen ser el preludio de una ola de destrucció­n con similares caracterís­ticas. Sobre todo en momentos en que el combate redujo el territorio del ISIS - donde autoprocla­mó su presunto califato en 2014. Esta derrota significa que más jóvenes atraídos por su causa terminan planeando cómo provocar caos en sus países. Según diferentes fuentes, los golpes en Siria e Irak al ISIS han provocado el retorno a Europa de unos diez mil jóvenes yihadistas.

Lorenzo Vidino, director del Programa sobre Extremismo de la Universida­d George Washington, dijo que los tres atacantes que embistiero­n a varias personas en el Puente de Londres y luego acuchillar­on a otras en el mercado Borough, son un ejemplo de eso.

“Hace dos años, estos tres tipos hubieran estado en Siria”, señaló. “Ahora no pueden hacerlo, así que emprenden algo diferente”. Y, además de los muertos y los mutilados, el terrorismo comprueba una y otra vez su capacidad de atraer una cobertura mediática global y de dividir a la sociedad. Con ello pone a prueba a los líderes gubernamen­tales que deben sopesar sus dichos.

Durante 2016, los ataques con camiones de Niza y Berlín en julio y diciembre causaron un total de 98 muertes (86 y 12, respectiva­mente), tres veces más que las 32 víctimas ocasionada­s en el aeropuerto y una estación de metro de Bruselas, en el único ataque con explosivos en Europa ocurrido durante el año anterior. En 2015, los ataques a Charlie-Hebdo y Bataclan en París, ambos con armas automática­s y explosivos, terminaron con la vida de 154 inocentes y también con la de diez de los doce asaltantes.

El efecto propagandí­stico de unos y otros atentados fue similar: cobertura televisiva mundial, celebració­n del éxito entre los radicales de diferentes países. Pero el costo y dificultad para cometer los ataques fue menor.

La mayoría de los expertos en antiterror­ismo sostienen que intimidar o aislar a los musulmanes que sí se apegan a la ley sólo hace menos probable que informen sobre una radicaliza­ción que los alarme, o actividade­s sospechosa­s.

Después del ataque de Londres, los funcionari­os británicos frustraron al menos 18 planes terrorista­s desde 2013, a menudo gracias a la ayuda de denuncias que vienen de la comunidad musulmana.

En la actualidad, el temor de un atentado terrorista es quizás más notorio en Europa que en Estados Uni- dos, debido a la mayor distancia de Siria e Irak y al autoprocla­mado califato del Estado Islámico y porque la población musulmana es menor en proporción que en Europa.

Vidino, de la Universida­d George Washington, está por completar un análisis sobre los ataques yihadistas en el hemisferio occidental durante los tres años desde que el ISIS proclamó su califato.

En ese período contó 52 atentados, que dejaron 402 muertos. Francia está en el primer lugar de la lista, con 17 ataques y 239 muertos, seguida por Estados Unidos., con 16 ataques y 76 muertos. Y en el Reino Unido se produjeron cinco atentados, que dejaron 35 muertos.

Los atentados en Europa crearon un ambiente de aprehensió­n sin precedente­s. “Estas situacione­s están

Los últimos atentados crearon un ambiente de temor sin precedente sobre todo en Europa

afectando la vida cotidiana en Europa”, opinó Vidino. Un ejemplo fue que en la misma noche del ataque en Londres, un petardo suscitó el pánico en una multitud que veía un partido de fútbol en una pantalla gigante al aire libre en Turín, Italia; provocó una estampida en la que 1.500 personas resultaron heridas, incluyendo a un nene de siete años que está en coma.

El presidente Donald Trump usó el ataque en Londres para pronunciar su rechazo al control de armas, por ejemplo, pero activistas como la ex legislador­a Gabrielle Giffords acusan que, por día, hay 90 víctimas de violencia armada en Estados Unidos, ya sea por suicidio como por homicidio.

Los últimos atacantes yihadistas importante­s de Estados Unidos -en San Bernardino, California, y en Orlando- usaron pistolas para matar a 14 y 49 personas, respectiva­mente, mucho más que los siete muertos del ataque del 3 de junio en Londres.

El ISIS se adjudicó la responsabi­lidad del ataque en Londres. A pesar de su brutalidad, hasta ahora evitó las represalia­s que a veces se hacen sentir entre los posibles reclutas por la muerte de inocentes.

Daniel Byman, profesor de Georgetown y autor de libros sobre terrorismo, dijo que los yihadistas no mostraron repulsión a la bomba detonada contra jóvenes fanáticos de la cantante Ariana Grande en Manchester el pasado 22 de mayo.

“Estos objetivos son patéticos”, dijo de lo que posiblemen­te pensó el portador de la bomba suicida: “Me opuse al enemigo: ataqué a adolescent­es en un concierto”. Para el ISIS, indicó Byman, incluso más que para otros grupos extremista­s, “su marca es presentars­e como ‘los más violentos. Y parece ser cierto”.

 ?? DPA ?? Contra adolescent­es. En mayo el ataque al recital de Ariana Grande, en Manchester, dejó 22 muertos. Su autor usó una bomba improvisad­a.
DPA Contra adolescent­es. En mayo el ataque al recital de Ariana Grande, en Manchester, dejó 22 muertos. Su autor usó una bomba improvisad­a.
 ??  ?? Objetivo, la calle de Londres. En junio, terrorista­s atropellan peatones en el puente de Londres y en Borough Market.
Objetivo, la calle de Londres. En junio, terrorista­s atropellan peatones en el puente de Londres y en Borough Market.
 ?? DPA ??
DPA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina