El acuerdo entre la AFA y la Superliga libera el dinero para los clubes
Como empezarán a pagar las deudas con los jugadores, el torneo comenzaría sin problemas.
Firmado, sellado y entregado. La Superliga y la AFA al fin se dieron la mano y rubricaron el acuerdo que oficialmente le da el puntapié inical a una nueva era en el fútbol argenti
no. El tiempo se encargará de ponerle un adjetivo calificativo a este flamante ordenamiento en el campeonato local, que antes de arrancar ya genera algunos temores en los clubes menos poderosos. Mientras tanto, todo marcha hacia adelante con la firma del convenio de reciprocidad entre la casa madre de la pelota criolla y la Superliga, que -se supone- debería indicar el camino correcto hacia la solución final de los problemas eco-
nómicos en los que está enredada la gran mayoría de las instituciones.
Claudio Tapia regresó de un viaje por China, donde pasó a visitar a su amigo Carlos Tevez, y recibió ayer por la tarde a Mariano Elizondo, presidente de la Superliga, en el edificio de la calle Viamonte 1366. Allí dialogaron un rato y terminaron de cerrar los últimos detalles del pacto entre ambas partes, que se selló más tarde en los papeles. Allí, en el tercer piso, se sentaron a la mesa -además de Tapia y de Elizondo- Hugo Moyano (vice segundo del Comité Ejecutivo de AFA), Marcelo Achile (prosecretario) y Carlos Montaña (secretario de la Superliga). Ante las cámaras, los dirigentes se mostraron en un clima de camaradería y catalogaron este convenio, también llamado “de coordinación”, como algo “histórico”. El documento fue pasando de mano en mano para recibir las firmas de cada uno de ellos.
¿Qué fue lo que se acordó? La negociación llevó bastante tiempo, pero finalmente este apretón de manos re-
solvió primordialmente que la AFA recibirá 14 millones de pesos mensuales de la Superliga para cubrir gastos administrativos, de las oficinas de árbitros y de jugadores y del Tribunal de Disciplina. Pero esto no es todo. El 18% de los ingresos netos de la nueva estructura, producto de los derechos audiovisuales y naming del torneo, serán destinados a la tesorería de la calle Viamonte. También se estipula que la Superliga puede registrar o no a un jugador y aprobar presupuestos. Y coincidieron en que no se les dará licencia para competir a los clubes que no estén al día o que no hayan acordado un plan de cuotas con la AFA.
Algunos directivos temen por la economía de los cuadros más chicos de las demás categorías. Alberto Lecchi, presidente de Temperley, sostuvo: “Con la modalidad de la Superliga los clubes del Ascenso tienden a desaparecer por el escaso apoyo económico que recibirán”.
Lo cierto es que con los papeles firmados, se liberará el pago mensual que realizarán las empresas encargadas de la televisavión de los partidos, Fox y Turner, que desembolsarán unos 3.000 millones de pesos anuales (más la llave de 1.200 millones). Justamente, el pago que debió hacerse el pasado 10 de julio no se llevó a cabo por la falta de este convenio. El dinero se espera de un momento a otro ya que, según trascendió, Fox y Turner buscan cumplir con su parte de manera rápida para evitar de este modo una posible poster
gación del inicio del campeonato de Primera por conflictos de deudas entre los clubes y sus empleados, principalmente los futbolistas.
Durante los tres primeros meses, la plata se repartirá de igual modo que hasta el momento. Boca y River, en el primer escalón; Independiente, Racing, San Lorenzo y Vélez, en el segundo; y el resto, en un tercer peldaño. El debate que se viene está cantado: ¿Cómo será la división luego? Esa será otra discusión.
La primera fecha del torneo de 28 equipos está prevista para el viernes 18 de agosto. Pero Sergio Marchi, secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados, viene alertando sobre una deuda de 500 millones de pesos que, de no saldarse, derivará en un cese de tareas que obligará a retrasar todo, como ocurrió en el primer semestre del año.
Para no llegar nuevamente a eso, Elizondo se puso en movimiento. El martes mantuvo un primer encuentro con Marchi y ayer se produjo el segundo en busca de acuerdos duraderos que no sirvan únicamente para aportar soluciones pasajeras. Si los planteles cobran hasta junio y aguinaldo, no habrá problemas.