Por primera vez, el ex ministro está nervioso y acorralado
El diputado nacional con fueros ratificados en la última sesión de la Cámara baja, arquitecto Julio Miguel De Vido, está nervioso. Así lo notan quienes lo conocen. Muy enojado. La mayoría de las tragedias literarias griegas son protagonizadas por hombres y mujeres que cometen errores im-
perdonables dominados por la ira. Ayer, el diputado De Vido le respondió con una dureza desconocida en su estilo -lo cual es ya un dato- al fiscal que le pidió declaración inda
gatoria en una causa en la que se investigan posibles sobreprecios en la construcción de gasoductos que hizo la constructora brasileña Odebrecht. El receptor de los ataques de De Vido fue el fiscal federal Federico Delgado, el mismo que participó de la in-
vestigación judicial por la que el ex ministro deberá enfrentar en breve un juicio oral por la masacre ferroviaria de Once.
En rigor, ayer De Vido cometió varios exabruptos que redactó en un comunicado, repleto de errores gramaticales y de tipeo. Lo más llamativo es que el arquitecto y ex ministro durante doce años a nivel nacional, y otros doce a nivel provincial, descargó con su pluma críticas a Delgado.
Y hasta le envió una advertencia notable: “Señor Fiscal.ñ, apártese ya mismo de la investigación de cualquier causa en la que pueda yo estar
siquiera mencionado con nombre y apellido. No puede ser titular de la vindicta pública ninguna persona
tan oscura y siniestra como para redactar y difundir un panfleto sin sentido, seguramente político y pago” (SIC, los errores en éste párrafo se repiten a lo lo largo del escrito redactado por uno de los funcionarios más importantes e influyentes de los que trabajaron para el Estado desde que la democracia retornó en 1983).
Lo más curioso es que la carta rabiosa del ex ministro de Planificación, en rigor, es una contestación a
la “nada”. El propio diputado admite en el inicio de su texto que no tuvo acceso al dictamen del fiscal Delgado, y solo hace referencia a un resu- men que circuló sobre su pedido de indagatoria.
Entonces: ¿a qué le respondió realmente? ¿Tenía el ex ministro los elementos jurídicos suficientes para defenderse cuando lo que leyó es solamente una explicación escrita y breve de Delgado sobre las bases en las que sentó el pedido de indagatoria para el ex ministro K?
El funcionario que manejó 14 mil millones de dólares de prespuesto en las tres gestiones presidenciales K está muy nervioso. Dejó de ser un intocable para la Justicia, aunque hay casos en los que fue investigado estando en el poder. De Vido, con fueros o sin ellos, gastará parte de su patrimonio declarado, $ 2.846.717, en abogados.
Está nervioso. Y se le nota. Como nunca antes.