Salir de Caracas en avión, una misión parecida a una aventura
Doce compañías cancelaron sus vuelos por cuestiones de seguridad. Y las alternativas llegan al ridículo como viajar a Buenos Aires con escala en Madrid.
La incesante cancelación de sus itinerarios comerciales desde y hacia Venezuela por parte de las aerolíneas comerciales ha convertido a este rincón del mundo en una isla perdida. Son alrededor de una docena las compañías que han anunciado que dejan esta ruta por cuestiones de seguridad que no sólo son atribuibles a la pesadilla política que envuelve a ese país. La última de ellas fue Aerolíneas Argentinas, que tenía un viaje directo Caracas-Buenos Aires por semana.
Muchos periodistas que están aquí cubriendo la crisis en Venezuela no tienen claro ahora cómo podrán marcharse del país. Muchos de ellos, como este enviado, se encontraron con el hecho de que las empresas que tenían su reserva -como Avianca por ejemplo- de pronto se sumaron a la lista de aerolíneas que suspendieron sus vuelos a Caracas.
Esa aerolínea argumentó que, además de la situación interna inestable e imprevisible del país, confrontan que el aeropuerto Simón Bolívar de Maiquetía, a algunos kilómetros de la capital venezolana, no está brindando los servicios esperados, tanto de combustible como de apoyo de datos electrónicos a las aeronaves, lo que pone en riesgo los vuelos.
Cuando se cae un pasaje comprado o reservado, buscar una alternati- va se ha convertido en un trámite de manejo cada vez más problemático. Sólo la aerolínea panameña Copa todavía mantiene sus vuelos regulares. Sin embargo, el aluvión de miles de pasajeros que dejaron las otras empresas tras quedar sin vuelos llenó los hoteles de pasajeros que desesperan por conseguir un asiento.
La situación ha alcanzado picos tan absurdos que rondan el grotesco. Una colega residente en Argentina que tenía su reserva en Aerolíneas para mañana sábado, por ejemplo, recibió una propuesta de su periódico en una capital de Europa para que en todo caso viajara desde Caracas con escala en Madrid y desde la capital española de regreso a Buenos Aires. Naturalmente, además del enorme trayecto, los costos se tornan astronómicos de esa manera. Otra opción mucho más compleja e insegura es viajar por tierra a Colombia y partir a su destino desde ese país.
Por el lado económico también hay otros problemas. Los hoteles de la capital venezolana están bien y son acogedores, pero debido a la crisis están anunciando aumentos con proyección geométrica de sus tarifas de la mano de una disparada incesante del dólar paralelo que es, como puede su- ponerse, el que regula economía real venezolana. Y un último detalle. Los afortunados que aún tienen su reserva de vuelos que salen después del amanecer tienen que resignarse a ir por la noche al aeropuerto y allí esperar. Viajar desde Caracas a Maiquetía en plena madrugada es considerado una aventura de riesgo debido a la delincuencia rampante y los taxistas no quieren hacerlo.