Detectan que 9 de cada 10 postres y galletitas tienen bajo valor nutritivo
Lo mismo ocurre con los cereales. Surge de un estudio realizado en el país entre más de 300 productos.
La obesidad avanza a gran velocidad y en Argentina el aumento se está dando también entre los niños. El país tiene la segunda tasa más alta de sobrepeso en niños menores de 5 años de la región, con un 10% de chicos con exceso de peso.
Con estos datos presentes, la Federación Interamericana del Corazón Argentina (FIC), la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (FUNDEPS) y la Universidad Católica de Santa Fe, realizaron un estudio sobre el rotulado y las estrategias de marketing de tres grupos de alimentos muy consumidos entre los chicos: galletitas dulces, cereales y postres. Analizaron 301 productos de estas categorías entre mayo de 2016 y mayo de este año en un supermercado.
Para evaluarlo, los investigadores tomaron como referencia el perfil de nutrientes propuesto por la Organización Panamericana de la Salud, que analiza la calidad nutricional de los alimentos tomando tres parámetros: niveles de sodio, azúcares libres y grasas –saturadas y trans-. Y concluyeron que el 87% de los cereales de desayuno, los postres y las galletitas contienen una cantidad de excesiva de uno o más nutrientes críticos como sodio, azúcares libres o grasas.
También encontraron que muchos productos ofrecen mensajes confusos: 4 de cada 10 presentaban mensajes como “fuente de vitaminas y minerales”, “50% de calcio diario recomendado” o “reducido en calorías”. Estos mensajes son incorporados como un valor positivo del producto, y puede llevar a que los consumidores los identifiquen como saludables.
“Hoy la discusión para por promover un etiquetado frontal que hasta lo pueda entender un niño. Que lo entienda alguien que no sepa de nutrición. Todas las estrategias de prevención de enfermedades crónicas no transmisibles deben tener esta perspectiva”, explicó a Clarín Lorena Allemandi, directora del área de alimentación saludable de la FIC.
El trabajo también evaluó las técnicas de marketing, más allá de los mensajes de nutrición. El 32% de los productos utilizaba personajes en sus envases, el 9% contenía regalos, el 6% traía envases coleccionables, y un 5% venían con un juego.
Hasta el momento, Argentina ha logrado avanzar con dos leyes, la de reducción de sodio y la eliminación de las grasas trans. “Logramos cambios con el sodio y las grasas trans a partir de acuerdos que primero se hizo con la industria y luego esos acuerdos avanzaron en leyes. Son pocos los países el mundo que han podido ha- cer ese recorrido”, explica el doctor Alberto Cormillot, especialista en nutrición. Para el médico, uno de los problemas es que para avanzar en una ley de etiquetado, primero es necesario establecer el corte para cada componente crítico. “Debemos definir qué es alto, y eso es algo que también se debe consensuar, como hizo Chile. La política de alimentación de un país tiene que ser tan seria como la política monetaria”, agregó.
“La obesidad en Argentina está creciendo, tanto en adultos como en ni
ños y adolescentes. En adultos, sobrepeso y obesidad, está casi en un 60%. Y en niños el país tiene uno de los números más altos de la región”,
explica a Clarín el doctor Sebastián Laspiur, consultor en enfermedades no transmisibles de la OPS en Argentina. “Este no es un problema sólo de conciencia individual, la culpa no la tiene el obeso o la familia en forma completa, si no que hay un ambiente obesogénico, que tiende a aumentar
la obesidad”, advierte el especialista. Entre los factores que más inciden identifica “la publicidad de alimentos ultraprocesados con altas cantidades de sodio, grasas y azúcares, que además tienen bajo poder de saciedad y que en muchos casos son casi adictivos. Están desplazando a los verdaderos, como carnes, legumbres, frutas y verduras”, dice Laspiur.