Ataque a la Gobernación: “Hacen de la violencia un culto”, dijo Ritondo
Un grupo rompió una ventana del despacho de Salvai y tiraron bombas molotov. Hubo dos autos quemados.
¿Puede un grupo de anarquistas tardíos dejar expuesto algún tipo de carencias en el sistema de inteligencia de la Seguridad bonaerense? La secuencia violenta del jueves a la noche en La Plata registra la rotura del ventanal en el despacho del jefe de Gabinete provincial, Federico Salvai, como derivación de las pedradas a la Gobernación durante la marcha por la desaparición de Santiago Maldonado; luego el desplazamiento a pocos metros hasta las vidrieras del Banco Galicia y el atentado con bomba molotov e incendio en el subsuelo del Anexo del Senado.
Una de las hipótesis del ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, es que un desprendimiento de la manifestación también podría haber detonado un precario mecanismo compuesto por bidones de nafta, unido a un recipiente con pólvora y mecha, en el estacionamiento externo del propio ministerio, ubicado apenas a tres cuadras de la Casa de Gobierno. El fuego afectó varios vehículos y terminó herido un policía.
No obstante el encadenamiento de episodios, considerados delitos, tampoco hubo previsión de este ataque al edificio de Seguridad. Transcurrió en línea recta con la oficina de Ritondo. Según la primera evidencia de la Justicia, no hubo información “en terreno” sobre las consecuencias del modus operandi del sector más violento de la movilización. Esa falta de comprobación determina que la fiscal Ana Medina deba sostener su investigación mediante el monitoreo de 90 cámaras de seguridad entre las
del municipio, comercios y particulares. Dato: el ministerio de Seguridad no dispone de cámaras en el exterior del portón principal, utilizado para actos institucionales. Las imágenes aportadas a la causa, donde se registra el incendio del Peugeot 308 color blanco y el Honda Civic negro de los empleados del ministerio, son de la Intendencia local.
No se registraron detenidos el jueves. En estas 48 horas tampoco hay identificados con nombre y apellido. Ritondo tiene un argumento para la aparente falta de intervención: “En todo momento provocaron a la Policía para conseguir un caos mayor. Como hacemos en estos casos, actuamos priorizando el diálogo y el valor de peticionar en democracia. Hacen un culto de la violencia”.
Aquí surgiría, según los especialistas, una aparente laguna operativa. Consultados por Clarín, magistrados de los tribunales platenses explican que el delito flagrante, en plena comisión del hecho, tiene que ser reprimido por la fuerza pública, siempre de acuerdo a derecho. Y el vandalismo, destrucción de bienes públicos, ataques a inmuebles, automóviles u otras propiedades particulares son delitos punibles en el Código Penal. Aún con el presunto resguardo de una acción legítima como es la aparición de Maldonado, desapare- cido el 1° de agosto durante el desalojo de una protesta mapuche en Chubut por parte de la Gendarmería.
La vanguardia de la noche de protesta en La Plata se identificó con el anarquismo y la desaparición del estado. Es lo único comprobable. Pero, la otra hipótesis de Ritondo apunta a algo más pesado. Peligroso, admiten en la Gobernación. El ministro vinculó los hechos, como posibilidad,
con las “mafias” del narcotráfico, de la feria La Salada, la exoneración de ex represores de la Policía Bonaerense como el ex Director de Investigaciones, Miguel Etchecolatz, y el pase a retiro de 50 comisarios de la fuerza esta misma semana.
“Vamos a investigar para encontrar a los responsables y redoblar la lucha contra la mafia en la Provincia junto con la gobernadora (María Eugenia Vidal)”, insistió Ritondo. Al pasar recordó que la gobernadora “está viviendo en una Base militar”, después de la intrusión nocturna a su despacho en la Gobernación de dos oficiales no habilitados, del secuestro de cartuchos de escopeta en el garage de su vivienda en Palomar y de amenazas varias. Ayer, la detonación de un paquete sospechoso frente al Juzgado Federal 1 de Lomas de Zamora contribuyó a este clima de inestabilidad, lo mismo que la desaparición de un ex policía.