Las FARC presentan su inventario de bienes: 325 millones de dólares
Polémica. La Fiscalía denunció que el listado, que la guerrilla colombiana entregó a la ONU, es incompleto. Incluye inmuebles, ganado, oro, armamento y efectivo.
Las FARC concluyeron el desarme de sus 7.000 combatientes el 15 de agosto pasado
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), agrupación que concluyó su desarme hace sólo diez días, entregó a la misión de la ONU un inventario de bienes que alcanza los 325 millones de dólares, incluyendo tierras, ganado, armamento y efectivo, entre otros.
El tema generó polémica, especialmente por las afirmaciones del fiscal general de Colombia, Néstor Martínez, quien cuestionó la transparencia del inventario con el argumento de que sería menor al que aparece en sus investigaciones. Después de exigir identificar “cabalmente los activos”, ironizó señalando que en el documento se incluyen como haberes “utensilios, ollas, exprimidores de naranja y de limón, y botas que deben estar depreciados y no tienen valor comercial, por lo que no van a ser fuente de reparación para las víctimas”.
Según denunció el fiscal, “los bienes se identifican por su mero nombre, lo que hace francamente inútil e improcedente el inventario presentado, tanto para hacer viable su enajenación al fondo de bienes, como para establecer los activos que, por sustracción de materia, son susceptibles de extinción de dominio”.
El jefe guerrillero Félix Antonio Muñoz Lascarro, alias “Pastor Alape“, respondió que “las FARC han cumplido de manera estricta con lo acordado” y que el fiscal busca “caricaturizar” la presentación. “No procede, si se es riguroso, ridiculizar la presencia de determinado tipo de bienes y más aún magnificarla de manera malintencionada”, agregó el dirigente. Alape consideró que la embestida del fiscal Martínez tiene “una intención política” de entorpecer la implementación del acuerdo que ese grupo firmó con el gobierno.
Iván Márquez, uno de los altos miembros de las FARC, ya había justificado hace una semana la falta de un número mayor de dinero en efectivo. “Sí, hubo ingresos en dinero, pero to- do en el contexto del conflicto. Sostener una guerrilla requiere mucho dinero; eso es muy costoso”, argumentó.
En medio de la polémica, el gobierno colombiano emitió ayer un decreto para la creación de una Comisión Intersectorial de Recepción, Verificación y Entrega de los bienes de las FARC, que se encargará de identificar, valorar en el terreno y garantizar que sean entregados. “Los bienes que no hayan sido inventariados y que lle- garan a descubrirse, implicarán obligatoriamente una sanción”, advirtió por su parte el ministro de Justicia, Enrique Gil. Según el funcionario, los rebeldes que hayan ocultado activos serán procesados judicialmente y los bienes sometidos a “extinción de dominio”.
En concreto, el listado de bienes de la guerrilla más antigua del continente incluye varios inmuebles, vehículos, cabezas de ganado, caballos, ar- mamento, enseres domésticos, dólares, gramos de oro y las obras viales que construyeron en sus zonas rurales de influencia.
Uno de los capítulos más sorprendentes del inventario es el que rotulan como “bienes por concepto de inversión social”, en el que relacionan tratamientos médicos como cirugías de distinto tipo. También relacionan la construcción de rutas en los territorios en los que habitualmente hicieron presencia.
Gran parte de los fondos que manejó la guerrilla provienen de actividades ilegales como secuestros extorsivos o “impuestos” cobrados a los carteles de drogas que traficaban en la región.
La organización depuso las armas a cambio de convertirse en un partido político legal y de recibir penas alternativas a la prisión si confiesan sus crímenes, reparan a las víctimas y se comprometen a nunca más ejercer la violencia.
Las FARC concluyeron el desarme de sus 7.000 combatientes el 15 de agosto como parte de un acuerdo de paz con el gobierno. El pacto firmado con el presidente Juan Manuel Santos en noviembre último prevé que la fortuna declarada por los rebeldes contribuya a reparar a las víctimas del enfrentamiento con el Estado.
El tema de la reparación también genera controversia. Ayer, Alape señaló que no se debe confundir ese inventario presentado ante la ONU con el fondo que se creará como parte de los compromisos del acuerdo de paz para reparar a las víctimas del conflicto armado, y pidió “evitar toda demagogia” con ellas.
“Lo que expresamos es nuestra voluntad de aportar estos recursos para la implementación del proceso de paz, que implica reconocimiento de las víctimas, pero que no se engañe al país con que son las FARC las que deben hacer eso. Será preciso un esfuerzo fiscal inmenso”, agregó.