Clarín

Vélez estrenó la Superliga con tres golazos y un triunfo contundent­e sobre Tigre

En el primer capítulo, el equipo de Omar De Felippe desequilib­ró en media hora de furia. La conducción de Matías Vargas, la figura, y el oportunism­o de Maximilian­o Romero, autor de dos goles, fueron decisivos. Caruso Lombardi se fue insultado.

- Cristian Gómez

La Superliga tuvo un inicio feliz para Vélez. El equipo de Omar De Felippe fue contundent­e en el segundo tiempo, construyó tres golazos y tuvo a Matías Vargas como su gran figura, además de la potencia goleadora del pibe Maximilian­o Romero. Tigre fue la contracara. Después de un primer tiempo con mucha presión, se derrumbó con el 0-1 y dejó una pobre imagen ante su público.

La renovación de Ricardo Caruso Lombardi (hubo nueve debutantes entre los once titulares) insinuó tener frutos en el comienzo del encuentro. Presionó mucho en el medio y complicó demasiado a una defensa visitante que en general, más allá del 3-0, nunca dio muchas garantías. Vélez, que sostuvo a nueve futbolista­s de la temporada pasada - todos de inferiores- y presentó el regreso de Gastón Díaz y el estreno absoluto de Andrada, emparejó las acciones recién sobre los 15 minutos pero le costaba llegar hasta el arco de Chiarini. La re

novada temporada de fútbol, con su nueva estructura, estaba presentand­o un fútbol viejo, pobre, luchado y sin goles. Se enrareció el juego más sobre la media hora, con una infracción mal sancionada por Herrera (no hubo falta de Bojanich sobre Maxi Romero) y tres amonestaci­ones -dos por protestar- en los tres minutos que duró la ceremonia para ejecutar el tiro libre. Los vicios de siempre. En el final, primero lo tuvo Tigre (pateó Caire y salvaron entre Aguerre y Cufré) y luego Vélez (una media vuelta frustrada de Romero).

El panorama cambió radicalmen­te en la parte final. El Monito Vargas, quien se había destacado por algún intento en los primeros 45 minutos, se calzó definitiva­mente el traje de

conductor, de iniciador de jugadas de gol. Todas calcadas, arrancando de izquierda a derecha, levantando la cabeza, buscando al compañero más libre, asistiendo con precisión quirúrgica. Vélez tuvo media hora de furia y liquidó el pleito.

El primero, a los seis minutos, Vargas recibió la pelota, enganchó, se acomodó y metió un pase cruzado al segundo palo y Romero solo tuvo que

estirarse en el aire para tocar el balón y marcar el primero. Luego, Vargas habilitó por izquierda a Gastón Díaz, el ex Racing sacó de tres dedos y Andrada, de cabeza, aumentó. Enseguida, Romero se perdió el tercero. Pero a los 29 minutos exactos, el juvenil delantero de Vélez recibió una heremosa habilitaci­ón de taco de Vargas y fusiló a Chiarini.

La derrota enfureció a la platea de Tigre que empezó a insultar a Caruso Lombardi y durante dos minutos hubo un fuerte intercambi­o de gritos entre el entrenador y los plateístas, que ya ponen en duda las 22 incorporac­iones relizadas aunque la temporada recién empiece. En cambio, Vélez sigue apostando a los pibes del club y apenas sumó seis refuerzos. En el debut, el contraste entre uno y otro resultó enorme. Esta vez triunfó la continuida­d de Vélez.

 ?? JUANO TESONE ?? De exposición. La imagen de Maximilian­o Romero en el primer gol de la Superliga: una gran foto para un gol que queda en la historia.
JUANO TESONE De exposición. La imagen de Maximilian­o Romero en el primer gol de la Superliga: una gran foto para un gol que queda en la historia.

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