El submarino alemán que pasó un siglo en el fondo del mar
Está frente a la costa de Bélgica, a 30 metros de profundidad. Quedó fuera de combate luego de chocar con una mina.
Bélgica anunció ayer el hallazgo de un submarino alemán de la Primera Guerra Mundial en condiciones relativamente buenas y con los cuerpos de sus 23 tripulantes aún en su interior y las escotillas cerradas, lo que asegura que la embarcación nunca fue descubierta antes y que su interior no estaría inundado.
El gobernador de la región Flandes Occidental, Carl Decaluwé, anunció que los escáneres marinos habían detectado el submarino antes y que ahora confirmaban el hallazgo después de que submarinistas consiguieran llegar a él. El descubrimiento lo hizo Thomas Termote, que se definió ayer como un apasionado a la arqueología marina.
Decaluwé no quiso indicar la localización precisa para impedir robos o la visita de curiosos, pero sí anunció que está hundido a 30 metros de profundidad frente a la costa de la ciudad de Ostende. De las observaciones se deduce que el submarino se habría hundido tras chocar con una mina submarina. Sería una mina hundida a poca profundidad, sujetada por un cable enganchado al suelo.
Los investigadores no descartan todavía que su hundimiento se debiera al ataque directo de un buque o avión enemigo (con mucha probabilidad británico) pero creen que la hipótesis del choque con la mina es la más lógica por el estado en el que se encuentra el buque.
El submarino está en el fondo del mar apoyado sobre su cabina de pilotaje en un ángulo de 45 grados. Según explicó el director del Instituto Flamenco del Mar (responsable del hallazgo) Jan Mees, “está casi intacto y todo está todavía cerrado”.
Nunca se habría encontrado un submarino de esa época en tan buen estado de conversación tras un siglo bajo el agua y por primera vez se daría el caso de que un buque así conservara los cadáveres de la tripulación en su interior. La proa del submarino está dañada (previsiblemente por el impacto de la mina marina que lo hundió) y sus dos periscopios y los lanza torpedos están en buen estado.
El submarino, de 270 toneladas de peso en superficie, 27 metros de eslora y seis metros de manga, sería del tipo UB-II, una versión mayor y más rápida del UB-I, el primero de los submarinos militares alemanes. Podía descender a 50 metros de profundidad y tardaba menos de un minuto en sumergirse. Lanzaba torpedos de 50 centímetros de diámetro (se encontraron dos en las inmediaciones).
La “Flandern Flotille”, la armada submarina con la que la Alemania de la Primera Guerra Mundial intentaba frenar el tráfico marítimo en el Canal de la Mancha, tenía 19 submarinos. De los 19, 15 terminaron hundidos. Alemania construyó 30 de esos submarinos entre 1915 y 1916.
La ciudad belga de Brujas funcionó como base de esa flota de submarinos, que podían salir a mar abierto por la red de canales que une Brujas a la costa. Desde ahí los buques mercantes y militares de los aliados eran presa fácil para los submarinos.
Entre 1914 y 1918 los submarinos alemanes intentaron sin éxito bloquear la llegada de suministros y refuerzos militares al Reino Unido. En el mismo período, la Armada británica sí consiguió bloquear el acceso de mercantes a los puertos alemanes.
Bélgica ya pidió a Alemania la lista con los nombres de la tripulación para empezar a extraer los cadáveres. Se trata de proceder a su identificación y enviarlos a Alemania para que reciban sepultura. Es la primera vez que el hallazgo de un buque militar hundido en el Mar del Norte permite recuperar los cadáveres de sus marineros y proceder a su identificación. El último submarino alemán de la Primera Guerra Mundial descubierto en la zona fue un UB-II, hallado en 2013 cerca de Kent, en el Reino Unido. Estaba destrozado y vacío.