AMIA: un carta enviada por Irán a Interpol complica a Timerman
Cuatro días después de la firma del pacto en enero de 2013, el embajador iraní pidió la baja de las alertas rojas.
Cuatro días después de firmado el pacto con Irán el 27 de enero de 2013, el gobierno iraní pidió a Interpol por escrito el levantamiento de las alertas rojas que pesan contra los cinco iraníes acusados por el atentado contra la AMIA de 1994. El pedido -contenido en una carta reservada- lo hizo el embajador iraní en Francia y esgrimió ese tratado como argumento. En el 2013, el ex canciller K había negado que se hubiese acordado verbalmente el levantamiento de esos pedidos de captura internacional con la firma del memorándum pero esa carta y otros elementos demuestran que ese era, en realidad, uno de los objetivos de la movida. Las alertas rojas, que impiden a esos iraníes viajar por el mundo sin ser detenidos, es el único elemento de presión que tiene la Argentina frente a Irán.
El dato complica la situación del ex canciller a quien el fiscal Gerardo Pollicita pidió que sea indagado, junto a la ex presidenta Cristina Kirchner y otros imputados, por encubrimiento agravado a favor de los iraníes, revelaron a Clarín fuentes judiciales.
Hasta ahora la versión oficial de Timerman era que el acuerdo solo consistía en notificar en forma conjunta a Interpol de la firma del tratado, a través de una carta cuya copia llamativamente no se encontró en los archivos de la Cancillería ni en la oficina local de Interpol. Se basó en una carta del entonces titular de Interpol, el norteamericano Ronald Noble, del 15 de marzo del 2013 que informaba que el pacto no había tenido ningún efecto sobre las alteras rojas. En realidad, Clarín reveló en marzo de este año que tras la firma del tratado Noble hizo incluir en las alertas un banner que advertía que la Argentina e Irán estaban buscando un acuerdo diplomático al conflicto, lo que significó una flexibilización de la medida.
Pero el fiscal Pollicita y otros magistados saben desde hace varios días de la existencia de esa carta reser- vada del embajador iraní en Francia. Entonces, las fuentes se preguntaron “si no hubo un acuerdo verbal para dar de bajas las alertas ¿por qué Irán pidió formalmente su anulación?” Seguramente, el juez Claudio Bonadio o el fiscal Eduardo Taiano -quien se quedó ahora a cargo también de la causa por encubrimiento que había investigado Pollicita- pedirán formalmente a Interpol una copia de esa carta. Bonadio luego de unificar la causa por encubrimiento con la causa por traición a la patria decidirá antes de fin de mes si acepta el pedido de Pollicita de indagar como sospechosos a Timerman, Cristina y otros ex altos dirigentes K. Antes de dejar la causa, Pollicita ha
bía pedido una alerta azul -que implica solo una localización de una persona- de Noble para luego llamarlo a declarar como testigo, pero Interpol le contestó que "está proteguido por la inmunidad diplomática". En fuentes judiciales se sabe que Noble está residiendo en Dubai y que uno de sus ex secretarios en Interpol “está trabajando en un estudio jurídico de Londres contratado por Irán para conseguir el levantamiento de las alertas rojas”. Este estudio de abogados está presionando constatemente a la comisión de Ficheros de Interpol, que integra desde marzo de este año el ex titular de la Auditoría General de la Nación (AGN) Leandro Despouy, como jurista independiente por su rol de relator sobre Derechos Humanos de la ONU. Se trata de un puesto estratégico porque esa comisión maneja una base de datos con 1.700 alertas rojas y es la que decide, desde el punto de vista jurídico, si se levanta o no esa advertencia. A la luz de esta trama secreta de las alertas rojas, en los tribunales de Retiro se está revisando las razones de fondo de la decisión de la ex presidenta de hacer nombrar al entonces secretario de Seguridad, Sergio Berni, como uno de los doce miembros del secretariado de Interpol. “¿Berni fue nombrado para garantizar la vigencia de las alertas o para tapar esta trama oculta?”, se preguntó una fuente. Las fuentes estaban sorprendidas porque descubrieron que Timerman, diplomáticos de carrera y agentes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) viajaron a Montecarlos a la asamblea anual de Interpol en noviembre del 2014 para hacer lobbie a favor de la candidatura de Berni.